Afortunadamente cada vez ocurre menos, pero tiempo atrás había padres que forzaban a su hijo tímido o introvertido a no serlo. Ser introvertido es un rasgo más de la personalidad, como, por ejemplo, el ser callado o charlatán, expresivo o inexpresivo. Cada uno de nosotros tiene una manera de ser y debemos respetarla.
Rasgos de un niño introvertido
- No son tan expansivos como las personas más extrovertidas, pero eso no quiere decir que no tengan habilidades sociales ni capacidad de desarrollarlas.
- Es un rasgo de su personalidad que no debemos cambiar. Lo más probable es que un niño introvertido disfrute observando y reflexionando.
- Le resulta más fácil concentrarse.
- Tienen amigos pero, al contrario que otros niños más extrovertidos, lo pasan mejor con uno o dos que con un grupo muy amplio de personas.
- Debido a que son más reflexivos, suelen disfrutar de pasar largos ratos a solas. Esto no quiere decir que no necesiten relacionarse como el resto de sus compañeros.
Conviene remarcar que lo mejor que podemos hacer es dar respuesta a sus necesidades: a veces querrá estar con más gente y a veces no. Poco a poco, el niño introvertido va encontrando su sitio con otros niños afines, pero no hay que forzar estas situaciones. Ni, por supuesto, cambiar de hábitos para que el niño esté más tiempo solo. Si estamos en una gran reunión, él buscará ratos en los que preferirá apartarse del bullicio y otros en los que se sentirá con ganas de interactuar. Sobreprotegerlo tampoco es buena idea.
¿Qué actividades le van a gustar más?
Pero ¿qué actividades pueden interesarles más y que, al mismo tiempo, no les agobien? Aquí van algunas sugerencias.
Lectura
Ya hemos comentado que son dados a la reflexión, bastante más a menudo que niños menos introvertidos. Por tanto, leer libros de temas que le interesen especialmente se puede convertir en una de sus actividades favoritas.
Deportes en solitario
Hay numerosos deportes que le pueden resultar interesantes; en especial, todos aquellos que no sean de equipo. Ciclismo, natación, atletismo, judo, kárate, gimnasia deportiva… Tiene un montón de posibilidades. Y, sobre todo, en este ambiente, le será más fácil relacionarse con otros niños, ya que no es imprescindible que interactúen todo el tiempo. Terminará haciéndolo, pero a su ritmo.
Robótica
Es una de las actividades extraescolares más originales y, de paso, va a fomentar en él un montón de inquietudes. La robótica acerca a los más pequeños a la ciencia. Hay distintos sistemas (Arduino, Lego, etcétera) según las inquietudes y las edades. Se trata de una actividad perfecta para desarrollar en solitario o con más amigos.
Dibujo y pintura
¿Le atrae la idea de aprender a dibujar y a pintar? Las artes plásticas son perfectas para las personas que disfrutan de la soledad. Tanto el dibujo como la pintura exigen concentración y dejan la mente en blanco para pensar mientras tanto. Además, va a estimular su lado más creativo.
Tocar un instrumento
Aprender a tocar un instrumento, al igual que el dibujo, exige estar concentrado. Si a tu hijo le gusta la música especialmente, conocerla a fondo le va a encantar. Además, los beneficios de tocar un instrumento en los más pequeños están más que contrastados.