La carga de trabajo, los conflictos familiares, las relaciones personales… con mucha frecuencia, nos da la impresión de que nos faltan horas a lo largo del día para abarcar todas nuestras responsabilidades. Y pese a que sabemos que descansar es absolutamente necesario, ¿por qué nos cuesta tanto sacar el tiempo para relajarnos y desconectar de lo que nos rodea?
Si has buscado formas para relajarte y tomarte una pausa que te permita seguir adelante con tu día a día sin llegar al punto de quemarte, tal vez hayas escuchado hablar acerca de la relajación autógena, pero ¿en qué consiste exactamente?
Pues bien, se trata de un tipo de técnica de relajación indicada para reducir los problemas de ansiedad. Su rasgo principal es que, con la formación adecuada, es una técnica que cualquier persona puede poner en práctica para controlar su ansiedad y bajar sus niveles de estrés de forma natural.
RELAJACIÓN AUTÓGENA: ¿EN QUÉ CONSISTE ESTÁ TÉCNICA?
Cómo decíamos unas líneas atrás, la relajación autógena es una técnica que tiene su origen en la mitad del siglo pasado, alrededor de los años veinte. También es conocida como la relajación autógena de Schultz debido a su precursor, el doctor Johannes Heinrich Schultz, un psiquiatra especializado en el entrenamiento autógeno (otra forma de denominar a las técnicas de concentración pasiva centradas en las sensaciones físicas).
Se llama relajación autógena por una razón: la generamos las propias personas sin necesidad de recurrir a fuentes externas. El significado del término autógeno no puede ser más adecuado para esta técnica de relajación: que se origina en sí mismo.
La premisa que subyace bajo las técnicas de relajación autógena es sencilla: se enfoca en promover en las personas sensaciones de calma y relajación corporal para ayudarlas de esa forma a reducir sus niveles de estrés y de ansiedad. ¿Su objetivo principal? Estimular una respuesta de relajación natural en el cuerpo al controlar la respiración, generando una sensación de bienestar como resultado.
Ahora bien, ¿son efectivas estas técnicas de relajación? Los estudios realizados hasta la fecha así lo afirman, y no son pocos. En el año 2008 se realizó una comparativa de un total de veintisiete estudios sobre esta y otras técnicas de relajación, concluyendo su efectividad siempre que se pongan en práctica con la formación y el entrenamiento adecuados.
CÓMO PRACTICAR LA RELAJACIÓN AUTÓGENA
Igual que otros tipos de técnicas de relajación (como la meditación o el yoga, por citar algunos de las más frecuentes), siempre resultará de gran ayuda contar con el apoyo de una persona especializada en la materia. Una vez hayamos asimilado la técnica, será más fácil que podamos ponerla en práctica por nuestra cuenta sin necesitar su ayuda.
La técnica de la relajación autógena puede tener diferentes enfoques, pero de forma general puede seguir el siguiente proceso.
- En primer lugar, debemos encontrar un lugar tranquilo en el que no estemos expuestos a distracciones. Después, nos tumbaremos o sentaremos en una silla reclinada y nos liberaremos de cualquier ropa, gafas, etc. que pueda resultarnos incómodo.
- A continuación, comenzaremos a controlar nuestra respiración, haciéndola más lenta y pausada progresivamente. Resulta recomendable acompañar la respiración de un pensamiento que incite aún más a la relajación: me siento en plena calma, estoy en calma.
- El siguiente paso consiste en continuar generando pensamientos de calma que nos ayuden a sentir cómo nuestros músculos se van relajando cada vez más: mis piernas están relajadas, mi abdomen está relajado, mis brazos están relajados…me siento en plena calma. Así sucesivamente con las diferentes partes del cuerpo.
Para no perder el ritmo y mantener la respiración en los niveles adecuados, podemos apoyarnos en grabaciones de audio que nos ayuden a desarrollar la sesión de relajación autógena de la mejor forma posible.
Para concluir, es importante recordar una vez más que si bien podemos aprender este tipo de técnicas por nuestra cuenta, la mejor manera de conseguir buenos resultados es apoyarnos en un profesional especialmente capacitado en los diferentes métodos de relajación autógena.