Dado el dinamismo de las empresas y de su eterna búsqueda de la máxima eficiencia, muchas -muchísimas- son las personas que se han visto en alguna ocasión haciéndose la misma pregunta: me han despedido, ¿qué hago ahora con mi vida? Otros incluso se dedican a soñar con un despido de trabajo para poner fin a una situación que se ha convertido en una carga y empezar desde cero tomando un camino diferente. Sea cual sea el caso, saber cómo afrontar un despido viendo el lado positivo -en lugar del negativo- puede abrirte más puertas de las que imaginas.

¡CARIÑO, ME HAN DESPEDIDO

Y no queremos restarle importancia a las consecuencias directas de ser despedido cuando estas suponen un duro varapalo, tanto a nivel profesional como a nivel personal. Según el caso, podemos haber perdido el que considerábamos nuestro trabajo soñado, por no hablar de la incertidumbre que supone un despido para nuestra economía más inmediata. Dicho esto, lo dejaremos momentáneamente a un lado para poder centrarnos en cómo afrontar un despido para sacarle, dentro de lo posible, algo de provecho.

Fíjate en este dato, que no por curioso es menos revelador para el tema que nos ocupa: hay muchas grandes figuras del mundo empresarial que han triunfado después de ser despedidos. Mark Cuban -propietario del equipo de baloncesto Dallas Mavericks- afirmó en una entrevista haber sido despedido en tres ocasiones antes de decidirse a empezar su propia carrera emprendedora. A Steve Jobs le despidieron de la propia empresa que fundó, Apple. Incluso a la célebre escritora J.K. Rowling se cuenta que también experimentó un despido antes de crear la saga de Harry Potter.

Como ves, un despido no tiene por qué ser necesariamente el fin del mundo. Depende de ti tomar la noticia con la iniciativa suficiente como para darle la vuelta a la situación y ponerla en tu favor.

CUANDO EMPIECES A SOÑAR CON UN DESPIDO DE TRABAJO

Esta es, sin duda, una de las señales más claras para asumir de una vez por todas que necesitamos un cambio de trabajo. Y lo cierto es que, en muchas ocasiones, el despido acaba llegando de forma natural cuando no estamos completamente a gusto en nuestro trabajo: quizás nuestra falta de motivación nos ha hecho rendir menos en los últimos meses, o tal vez es la intuición de un inminente despido lo que nos está haciendo recrearlo en nuestra cabeza para anticiparnos a una noticia que nunca es plato de buen gusto.

En primer lugar y si finalmente llega el despido, recuerda comprobar la compensación que te corresponde por el tiempo trabajado, así como los motivos específicos que han motivado dicho despido. Si has sido despedido sin ser informado con todo detalle sobre su causa, debes comunicarte directamente con el departamento de Recursos Humanos de tu empresa. 

Después tendrás tiempo para lidiar con los pensamientos negativos que, naturalmente, empezarán a acudir a tu cabeza: ¿encontraré otro trabajo en un plazo razonable de tiempo? ¿mantendré el mismo sueldo que antes o tendré que sacrificarme en este aspecto? O más inquietante aún, ¿quién me va a contratar después de haber sido despedido? Son preguntas naturales en este momento.

En cualquier caso, no te dejes llevar por las emociones en el momento de recibir la noticia, ¡nunca sabes qué te puede deparar el futuro! Quizás la persona que te está despidiendo -no por decisión propia- tenga la ocasión de contar con alguien como tú en el futuro. Los cambios de trabajo están a la orden del día y cualquiera puede moverse de empresa en un futuro no muy lejano. Es mejor dejar las cosas con educación y elegancia que montar una escena.

CÓMO AFRONTAR UN DESPIDO: VER EL VASO MEDIO LLENO

Las formas de afrontar un despido desde el lado positivo son infinitas: hay quien aprovecha la compensación económica para emprender el negocio de sus sueños, mientras otros apostarán por ampliar sus estudios o abrirse a un nuevo sector al que siempre quisieron dedicarse profesionalmente.

Se trata de tomarse la nueva libertad como una oportunidad para trazar un plan de desarrollo profesional que se ajuste a lo que de verdad queremos para nuestra carrera profesional. Puedes incluso tomarte un breve plazo de tiempo para superar el reciente despido y reflexionar sobre el rumbo que te gustaría que tomaran las cosas a partir de ahora.

Eso sí, salvo que tomes el camino del emprendimiento -una opción por la que cada vez más trabajadores por cuenta ajena deciden tomar después de ser despedidos-, recuerda que más pronto que tarde tendrás que explicar los motivos por los que dejaste de trabajar para tu último empleador.

Llegado este momento, siempre es mejor elegir las palabras con previsión, pero sin disfrazar la realidad para que nuestro antiguo empleador parezca el único culpable. Por ejemplo, en lugar de limitarnos a decir que fuimos despedidos, podemos dejarlo en que no conseguimos llegar a una forma de trabajo consensuada y decidimos -siempre en buenos términos- poner fin a la relación contractual.

En cualquier caso, lo importante es no venirse abajo y mirar hacia adelante con la motivación bien alta. ¿Nos han despedido del trabajo? Saquemos lo mejor de nosotros mismos y demostremos al mundo lo preparados que estamos para lo que venga.