Las tecnologías han creado nuevas formas de trabajar, y la pandemia ha acelerado la implementación de las mismas. Antes de marzo de 2020, el porcentaje de gente teletrabajando era muy inferior al actual, por poner solo un ejemplo.

Hoy, la calidad de un buen empleo pasa por, entre otras cosas, poder conciliar la vida laboral con la personal. En este contexto ha aparecido, en los últimos años, la idea del horario no lineal. ¿Qué es, cuáles son sus ventajas y sus desventajas?

¿Qué es el horario no lineal y quiénes están adoptando estas nuevas formas de trabajar?

Es, en definitiva, repartir la jornada laboral como más convenga, sin depender de un horario rígido, pero cumpliendo con las horas de contrato o con los objetivos exigidos. De esta manera, el trabajador puede desempeñar su labor en aquellas franjas en las que le sea más factible o, simplemente, esté más concentrado o lo requieran menos.

Este horario asíncrono es más habitual en startups, donde los empleados se van rotando, o en aquellas que tienen que estar en contacto con una filial que tiene otros husos horarios. Sin embargo, cada vez son más las empresas que adoptan esta flexibilización de horarios, ya que aporta grandes ventajas.

Ventajas del horario no lineal

  • La flexibilidad trae consigo una mayor productividad. Un macroestudio elaborado el verano pasado por la consultora McKinsey arrojó el dato de que al 40% de los entrevistados la flexibilidad de horarios constituía un motivo primordial para permanecer en su puesto de trabajo. Esto redunda en el bienestar del trabajador y en mejores resultados para la empresa.
  • Una mayor productividad favorece la concentración y, en consecuencia, la creatividad.
  • Permite realizar tareas en horario de oficina (hacer la compra, ir al banco, etcétera) impensables en el horario tradicional.
  • Da espacio a los trabajadores para su actividad deportiva.
  • Ahorro. Si el trabajador puede adaptar su horario a sus necesidades, lo más probable es que coma en casa, por ejemplo.
  • Reduce el agotamiento y el síndrome del trabajador quemado.

Desventajas del horario no lineal

  • Descontrol con las horas, sobre todo al principio. Un horario no lineal puro puede desembocar en que el trabajador se sienta algo perdido y no sepa organizarse.
  • A veces, flexibilidad horaria puede llegar a confundirse con disponibilidad durante las veinticuatro horas del día, y que terminemos más conectados a la empresa que antes. En este sentido, es importante establecer unos límites.
  • Si no se tiene sentido de la rutina, puede ser fácil entretenerse. Lo mejor es marcar tareas por franjas horarias para cumplir a rajatabla con lo que nos hemos propuesto.

¿Cuál es la forma ideal de trabajar?

Si no estamos acostumbrados a estas nuevas formas de trabajar, lo mejor es transitar hacia ellas escalonadamente. Por ejemplo, hacer un par de horas de la jornada muy temprano, cortar para desayunar con los niños y llevarlos al cole, regresar al horario habitual y salir dos horas antes. O no madrugar y terminar dos horas después. La idea es que un 75% de la jornada laboral coincida con la tradicional y un 25%, no (aproximadamente). A partir de ahí, podemos ir modificándolo hasta encontrar la jornada perfecta, más cómoda y también más productiva.