El verano ya está aquí y debemos protegernos de sus efectos más adversos. Las olas de calor son frecuentes, en especial en zonas de interior, aunque cuando viene una muy intensa nadie está a salvo. ¿Cómo se identifica el exceso de calor, cuáles son sus síntomas? ¿Qué grupos de población deben protegerse más? ¿Cómo protegernos de él y qué consejos para la ola de calor son los que nunca debemos olvidar? Damos respuesta a todas estas cuestiones.
A quién debemos proteger ante una ola de calor
- Por edad, tanto las personas mayores como los niños pequeños (menores de 6 años) son los más expuestos a los efectos adversos del exceso de calor. Los primeros perciben peor el aumento de temperatura, debido a que su sistema termorregulador no es tan capaz como antes, y pueden reaccionar demasiado tarde. Los más pequeños tienen menor reserva de agua, sudan menos y su temperatura corporal sube de golpe. A esto se suma que su aparato respiratorio no ha madurado del todo y que muchos de ellos no pueden expresar, por motivos obvios, que tienen sed.
- Por estado de salud, todas las personas que sufran enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, cardiopatías, etcétera).
- También hay que prestar especial atención a las personas con discapacidad.
- Todos aquellos trabajadores que realicen trabajos físicos intensos al aire libre (del sector de la construcción, la jardinería…).
Síntomas que debemos observar
Antes de explicar algunos consejos para la ola de calor debemos conocer los síntomas de una insolación:
- Dolor de cabeza.
- Sed intensa, fuera de lo normal.
- Náuseas y/o vómitos.
- Calambres, debidos fundamentalmente a la pérdida de sales.
- Deshidratación, que se percibe por una sensación generalizada de cansancio y decaimiento.
- Piel caliente y enrojecida, y temperatura corporal muy alta.
- Mareos e inestabilidad al andar.
- En casos graves, convulsiones.
Consejos para la ola de calor: un decálogo para combatirla
Es importante tener en cuenta estos hábitos para enfrentarnos con solvencia a una ola de calor:
- Evita salir de casa en las horas centrales (entre las 12 y las 18) y, si no nos queda más remedio, hazlo con ropa ligera, gorra o sombrero para cubrirnos la cabeza, gafas de sol, protector solar y agua en abundancia.
- Bebe agua o líquidos. No hace falta tener sed, ya que aunque no sintamos necesidad de beber, el calor actúa igual. ¿La temperatura del agua? Ligeramente fría, mejor que helada. También es importante recordar que las bebidas con alcohol deshidratan en lugar de hidratar.
- Proporciona agua y zumos a los niños y ancianos o personas dependientes a nuestro cargo.
- Consume más verduras y frutas, ricas en agua. También conviene comer poca cantidad varias veces al día en vez de comidas copiosas y pesadas, pues a nuestro organismo le cuesta más realizar la digestión y aumenta nuestra temperatura corporal en el proceso de digestión.
- Reduce la actividad física durante horas centrales del día.
- Cuanto más tiempo puedas permanecer a la sombra, mejor. Evitar el sol directo es esencial.
- Utiliza ropa adecuada. Los mejores tejidos para vestirse son el lino o algodón y colores claros mejor que oscuros.
- Elige mejor interiores que exteriores. Y mejor ventilados o climatizados.
- Crea corrientes de aire. Las persianas, mejor cuanto más bajas, con el espacio imprescindible para ventilar el espacio (algo que, por otra parte, debemos hacer con o sin ola de calor). En las horas centrales es mejor mantenerlas cerradas y con las persianas bajadas.
- A la hora de coger el coche, si está aparcado en la calle, lo dejaremos abierto unos minutos hasta que se ventile y salga el calor acumulado. Coloca un protector en la luna delantera. Es importante recordar también los peligros de dejar a niños y animales dentro de los coches, especialmente con altas temperaturas.
Cómo actuar ante un afectado por un golpe de calor
Pero si los consejos para la ola de calor llegan tarde y tenemos un caso de insolación, esto es lo que debemos hacer:
- Llamar al 112 (teléfono de emergencias sanitarias).
- Coloca al afectado en zona de sombra, quítale la ropa y dale agua en abundancia para hidratarlo.
- También es bueno refrescarlo en cara y axilas, con paños húmedos e incluso con hielo. Lo mejor es una ducha con abundante agua fría.
- Si está inconsciente, no debemos ofrecerle agua: lo ideal es tumbarlo de lado y con las piernas flexionadas.
Aparte de estos útiles consejos, el Ministerio de Sanidad tiene recogidas varias recomendaciones generales para el periodo estival que puedes encontrar a continuación para disfrutar del verano sin sustos.