El plan de limpieza del hogar suele dar mucha pereza. Normalmente, encontramos planes que nos apetecen mucho más que coger una bayeta o ponernos a ordenar. Sin embargo, es algo necesario para sentirnos realmente a gusto en nuestro hogar. Si eres de los que se preguntan cómo organizar una casa para limpiar, la respuesta es muy sencilla: la clave está en la organización.

Limpiar la casa es mucho más sencillo si planificamos bien las tareas a realizar. Cada parte de la vivienda tiene necesidades específicas, y con un poco de esfuerzo diario y unos cuantos trucos de limpieza seremos capaces de mantener el orden con el mínimo esfuerzo. 

 

Por dónde empiezo a limpiar mi casa

Si piensas en tu vivienda como una sucesión de rincones que limpiar te resultará más fácil acometer las tareas, especialmente si no dispones de mucho tiempo. Elige un pequeño espacio y ponte manos a la obra. Para ello, estos son los pasos previos que te permitirán eliminar el desorden de una manera más fácil y permanente:

  • Vacía completamente el espacio a ordenar. Es importante para ver en perspectiva la superficie que tienes disponible y todo lo que has llegado a acumular.
  • Analiza los objetos uno a uno. Pregúntate si lo necesitas o lo quieres conservar. Deshazte de trastos rotos o que has acumulado y que no tienen ninguna utilidad, o de aquellos regalos que te da pena tirar, pero que realmente no te aportan felicidad. 
  • Encuentra un lugar para cada cosa. Una vez que estás seguro de que quieres quedarte con el objeto, encuentra su lugar en el espacio que has dejado libre. 

 

Rutina de limpieza del hogar

Organizar una casa para limpiar es más fácil si nos centramos en cada una de las habitaciones del hogar. Puedes dedicar a cada estancia una jornada de limpieza y así te resultará más sencillo.

  • El cuarto de baño

Los baños suelen ser espacios no demasiado grandes, donde se acumulan muchos objetos pequeños, como medicinas, productos de belleza o higiene personal, papel higiénico, productos de limpieza o toallas, entre otros. Lo ideal es encontrar un lugar para cada categoría de objetos. 

Puedes hacer uso de organizadores creativos, como poner una jaula de pájaros vacía en el techo para poner el papel higiénico, colocar un contenedor magnético de clips para poner ahí las horquillas, ganar espacio colocando una estantería encima de la puerta para las toallas, utilizar organizadores de cajones de oficina para guardar cepillos de diente, peines o pasadores, o bien especieros para tener ordenados tus productos de cosmética, por ejemplo. 

  • El dormitorio

El dormitorio puede parecer, a priori, una estancia no demasiado desordenada, pero no subestimes el tiempo que te va a llevar mantener cada cosa en su sitio, lo que por otra parte es necesario para que este lugar conserve una buena energía y puedas disfrutar de un sueño reparador.

Empieza por cambiar las sábanas y hacer la cama. Después, continúa por aquellos lugares en los que acumulas objetos, como las mesillas de noche o las sillas en donde dejas la ropa que te has probado o te has puesto. Utiliza pequeñas cestas para dejar objetos pequeños en la cómoda, como joyas, relojes o diademas. 

El armario requiere un tiempo extra. Revisa, prenda por prenda, las que te quieres quedar. Si no te vale, no te gusta, no te queda bien, no es cómoda o no te la pones más que una o dos veces por temporada, dónala. En tu armario deberías tener solo la ropa de la temporada y el resto la puedes dejar en cajas dispuestas en los altillos de los armarios o en el trastero. 

Coloca las prendas por categorías y maximiza el espacio de tu armario poniendo colgadores para bolsos o gorros, cajas con ruedas para un fácil desplazamiento, u organizadores con percha para aprovechar más el espacio. Y no olvides donar una prenda antigua por cada nueva que entra en tu armario para no acumular más de lo necesario.

  • El recibidor o vestíbulo

Es la primera estancia que ves a diario cuando entras en tu casa, por lo que mantenerla ordenada es necesario para no estresarte nada más pones un pie en tu vivienda. Lo ideal es que tengas solo los muebles necesarios. Pon un espacio para cada cosa: un zapatero para los zapatos, un colgador para que cada miembro de la familia ponga su abrigo o chaqueta, y un lugar común para llaves o paraguas.  

  • La cocina

La cocina está llena de pequeños electrodomésticos, aparatos o vajilla que no utilizamos, lo que provoca que siempre esté llena. Para liberar espacio deshazte de aquello que no necesites o que solo tengas “por si acaso”. Puedes reducir tus libros de cocina, donar la vajilla que no te termina de convencer o aquel electrodoméstico que nunca terminaste de verle una gran utilidad.

Haz revisión de la despensa y tira los alimentos caducados, sé selectivo con los electrodomésticos que tienes sobre la encimera. Solo si los utilizas al menos una vez por semana deben ocupar espacio a la vista. 

  • El salón

En el salón solemos pasar mucho tiempo, lo que se traduce en una acumulación de objetos innecesarios o fuera de lugar. Estos son algunos consejos para mantener el orden: 

  • Tira los papeles que no te sirvan y traslada los restantes a la zona de trabajo de la casa. 
  • Deshazte de cojines y mantas que no te gusten.
  • Vende o dona antiguos DVD, cintas VHS o vinilos.
  • Lleva los juguetes de los niños a su habitación.
  • Reduce los adornos que ocupan espacio y no aportan nada positivo a tu vida.

 

Plan de limpieza de una casa

Si quieres acometer la limpieza completa de una casa, no te agobies. No tienes por qué hacerlo todo en un mismo día. Si te organizas bien, puedes dedicar alrededor de 20 minutos diarios a esta tarea y conseguir los mismos resultados en un corto espacio de tiempo. 

Lo ideal para organizar la limpieza diaria de la casa es que prepares previamente un plan que establezca qué vas a hacer cada día. Para ello, puedes utilizar apps para organizarte en tu trabajo y así tener claro cuándo y qué tareas vas a acometer en cada momento, sin excusas. Estas son las cuestiones que tienes que tener en cuenta para que tu programa funcione:

  • Antes de irte a dormir: recoge la mesa, pon el lavavajillas y deja la encimera limpia.
  • Por la mañana: haz la cama, repasa el baño, recoge el desayuno y, si te da tiempo, pon una lavadora de ciclo corto y déjala tendida.
  • Haz una estancia de tu casa por semana y dedícale 15 minutos cada día. Ponte una alarma y, cuando suene, deja lo que estés haciendo para el día siguiente.
  • Diviértete: ponte música, canta o baila mientras recoges, escucha la radio o un podcast que te apetezca para no aburrirte.
  • Cuidado con las zonas imán: analiza cuáles son los puntos de tu casa o las estancias en las que tiendes a acumular cosas y haz un esfuerzo para que no ocurra.
  • Colada de un tirón: una vez la ropa esté seca, haz el esfuerzo de plancharla, doblarla y guardarla, para no acumular trabajo.  
  • Planifica semanal, mensual o trimestralmente: deja un poco de espacio los fines de semana para cambiar sábanas y toallas, para hacer la compra u ocuparte de los recados. También puedes preparar cenas rápidas y sanas para no tener que cocinar a diario cuando más cansado estés. Algunas tareas pueden ser mensuales, como limpiar el frigorífico, y otras serán trimestrales como puede ser limpiar las cortinas. Ten todo apuntado para organizarte mejor. 

Organizar una casa para limpiar no es tan difícil como parece. Con un mínimo esfuerzo y un poco de organización puedes disfrutar del orden y la limpieza a diario. Te sentirás más cómodo y podrás disfrutar aún más de tu hogar.