Redes Sociales, smartphones, tablets…cada vez estamos mejor conectados entre nosotros, pero al mismo tiempo, nuestras relaciones personales se van volviendo cada vez más distantes, menos humanas, incluso. ¿Puede esta hiperconectividad en la que vivimos estar haciéndonos perder la capacidad de conectar con otras personas de tú a tú? Es más que posible.
Si a esto le sumamos las obligaciones y responsabilidades propias de la vida adulta, los cambios naturales en nuestros intereses y una infinidad de factores adicionales, lo más seguro es que hayamos experimentado más de una baja en nuestra lista de best friends forever.
¿Te has sentido así alguna vez? Si este es tu caso, puedes tener la tranquilidad de no ser el único caso. Como cada año, el trabajo elaborado por la Cátedra José María Martín Patino sobre la soledad en nuestro país refleja que más de un 29% de la población siente algún tipo de aislamiento social, con un 21% reconociendo la falta de un grupo de amigos.
Si por una razón u otra has ido dejando a un lado la tarea de cosechar nuevas amistades y quieres retomar cuanto antes tan revitalizante actividad, sigue leyendo y tal vez encuentres la motivación que necesitas para volver a estar en el candelero.
HOLA, ¿QUIERES SER MI AMIGO?
¿Recuerdas aquellos tiempos cada vez más lejanos en los que las mejores relaciones de amistad comenzaban con la frase “hola, quieres ser mi amigo”? Sin apenas filtros de ningún tipo ni condicionantes que pongan barreras, la infancia suele estar repleta de amistades de generación espontánea, ¡y muchas de ellas resultaron funcionar después de todo!
Pero, a medida que la vida adulta empieza a imponer sus exigencias, esa factoría de amistades que teníamos debajo de la manga a medida de nuestras necesidades parece haber cesado a toda su plantilla de empleados. Compromisos, matrimonios, cambios de trabajo, intereses divergentes…la vida resulta ir poniéndonos palos en las ruedas en lo que se refiere a mantener esos amigos que tanto nos aportaban años atrás.
¿Te haces una idea de las horas que hacen falta para que nazca la amistad entre dos personas? Si no lo sabes todavía, en un segundo lo vas a saber: un estudio realizado por la Universidad de Kansas en 2018 estimó que -siempre hablando de promedios-, entre dos personas son necesarias al menos:
- Unas 75 horas de interacción para que nos consideremos amigos casuales.
- Unas 223 horas de interacción para que nos consideremos buenos amigos.
- Y unas 773 horas de interacción para que nos consideremos mejores amigos.
Con estas estadísticas, alcanzar el primer nivel de amistad a una edad adulta puede parecer un trabajo, como poco, de máster o de postgrado. Pero si escarbamos un poco más en este estudio, podemos sacar una buena lista de buenas prácticas para acelerar el proceso y hacer nuevos amigos a los 30, a los 40, a los 50 y hasta el infinito.
POR QUÉ HACER NUEVOS AMIGOS ES SIEMPRE UNA GRAN IDEA
Un factor clave de la evolución del cerebro en los seres humanos son las demandas cognitivas que nacen de la forma en la que gestionamos las relaciones sociales entre nosotros. Hacer amigos no es solo una cuestión de nuestra rutina, sino una de las piezas claves que nos han llevado hasta donde estamos.
Y, aunque la llamada Hipótesis del cerebro social indicó en su momento que hay un número máximo de personas con las que podemos alcanzar el grado de mayor amistad, este límite está alrededor de las 150 personas. Es decir, que a no ser que seas el relaciones públicas con más actividad de tu ciudad, probablemente aún tengas espacio para cosechar nuevas amistades.
Ahora bien, ¿cómo puedo hacer amigos a los 30, 40, 50…o a cualquier edad? Si tienes en cuenta los siguientes aspectos sobre lo que convierte a dos personas en buenos amigos, seguro que lo tienes más fácil de lo que imaginas.
Pueden parecer evidentes, pero ocasionalmente podemos restarles importancia:
- La cantidad de horas de tiempo que pasamos juntos es un predictor directo de la amistad que podremos forjar con la otra persona. Así que, si has sentido afinidad con alguien, el primer paso es comenzar a hacer planes juntos.
- Si a las horas de tiempo juntos añadimos actividades de diversos tipos, aún mejor. Según indica el anterior estudio, este es un acelerador en la creación de relaciones de amistad.
- Otro de los factores que más contribuyen a la creación de buenas amistades es conversar frecuentemente. Esto es: intercambiar opiniones, compartir experiencias, escuchar a la otra persona, etc.
- Incluso -según refleja el estudio-, compartir momentos para ver películas, la TV, etc., también es un predictor del potencial de amistad que puede haber entre dos personas.
Siempre puedes encontrar el momento para hacer nuevos amigos sin importar que tengas 30, 40 años o más. ¿Quién sabe dónde puede estar esa nueva amistad esperando conocerte?
Tal vez en un grupo de baile que acude cada fin de semana a un parque cercano a tu casa; o en un grupo de aficionados al cine de los años 80; en resumen, allí donde te propongas conocer nuevas personas.
Todo depende de ti.