Fiestas como las Navidades suponen un reto doble para los adultos: por una parte, organizar los distintos eventos que las componen y, por otra, mantener a los peques de la casa entretenidos. Son muchos días de vacaciones y hay que improvisar planes navideños casi a diario. Por eso te hemos traído algunas propuestas para estos y otros periodos vacacionales en los que necesites actividades distintas para hacer con tus hijos.
Cocinar algún dulce típico
Uno de los planes navideños más recurrentes es el de cocinar, así que ¿por qué no preparar algún plato con ellos? Uno de los más divertidos puede ser hacer turrón de chocolate, algo que gusta a casi todos. Roscón, panettone, bolitas de coco, galletitas de jengibre con formas divertidas… El caso es hacer algo juntos y que, de paso, los entretenga durante un buen rato. Los mayores podéis ocuparos de las partes que impliquen horno o fuego y ellos, de mezclar y batir. Si sale bien, ¡podéis repetir el plan en Semana Santa!
Patinar sobre hielo
En la mayoría de las ciudades se instalan pistas de hielo artificial para que los niños puedan deslizarse por ellas. Durante una hora, que es lo que suele durar la actividad, se lo pasarán en grande y de paso estarán en modo activo, algo que echamos de menos cuando están tantos días sin ir al colegio. Muchos espacios ofrecen también otras actividades sobre hielo, con toboganes, trineos…
Visitar a gente a la que no vemos hace tiempo
Algo que nos permiten las vacaciones es visitar a amigos o familiares que están lejos y que el día a día no nos permiten ver tanto como quisiéramos. Si además esa persona tiene niños pequeños con los que tus hijos puedan compartir tiempo, mejor que mejor. Planificad con ellos la visita, organizad una tarde de compras para llevarles algún detalle, si la ocasión lo merece, y buscad incluso un lugar en el que os aseguréis de que los niños lo van a pasar bien mientras os reunís.
Pasear de noche por sitios pintorescos
Una de las cosas buenas que tiene el que todavía anochezca pronto es que podemos disfrutar de muchos de los espectáculos de luces que albergan las ciudades en estas fechas. Las calles adornadas con motivos navideños, los abetos e incluso los villancicos como hilo musical son frecuentes en muchas ciudades y municipios. Podéis completar la salida con una merienda antes de empezar o una cena en su lugar favorito antes de regresar a casa.
Inventar una historia y representarla juntos
Si hay algo con lo que los pequeños de la casa disfrutan es inventando historias, ya sea en las vacaciones navideñas o en cualquier época del año. Podemos sentarnos alrededor de una mesa y, lápiz y papel en mano, ir creando una historia que tenga la Navidad o los Reyes como telón de fondo. Una vez la hayamos armado y fijado, podemos escribir unas líneas de guion para cada uno de los presentes, asignarles un personaje y representarla cuando visitemos al resto de la familia. También es una buena idea una coreografía, si bailar les gusta más que actuar.
El mejor de los planes navideños: visitar la Cabalgata de los Reyes Magos
La tarde previa a que Sus Majestades los Magos de Oriente visiten las casas para dejar sus regalos en ellas, a los peques les encanta verlos desfilar por las calles de su ciudad. Un clásico, pero también un plan irresistible para todos ellos que, además, suelen aprovechar para aprovisionarse de caramelos.