En este blog nos gusta hablar de cine, por eso mismo, queremos compartir con vosotros cuáles son las mejores películas para ver en familia, las que enseñan mejores valores a nuestros hijos, las más apetecibles en Navidad o hasta algunos clásicos con los que los más pequeños también van a disfrutar. Entre ellas, claro está, hay cine de animación. Pero, no todo este género es específico para los niños. De hecho, hay grandes obras maestras que los adultos disfrutarán incluso más que ellos. ¿Qué películas de animación deberíamos ver al menos una vez en la vida? Hoy queremos que conozcáis estas seis. La mayoría son aptas para todos los públicos, pero los adultos disfrutarán con ellas igual o más.
Toy Story, ¿la ganadora entre las mejores películas de animación?
Toy Story no es una película: son cuatro. Y las cuatro reciben las mejores críticas posibles en Rotten Tomatoes, la web más fiable de cine. La idea de juguetes que cobran vida cuando están solos y se sumergen en mil aventuras ha sido una de las más celebradas tanto por adultos como por niños. Y es normal. A los magníficos gags que ya forman parte de la historia del cine, se suman la celebración de la amistad y de la lealtad hacia la gente que queremos. Una joya que nadie debería perderse.
Del revés
De nuevo, Pixar vuelve a conquistar a grandes y pequeños. Esta película es ideal para niños y mayores. Sin duda, los más pequeños apreciarán la aventura de Alegría y Tristeza para devolverle a Riley su estabilidad emocional. Por otro lado, los adultos van a valorar los numerosos hallazgos visuales y la abundante información sobre neuropsicología (no en vano, el equipo de guionistas habló con numerosos expertos para darle coherencia a la historia). Del revés tiene una valoración en Rotten Tomatoes de 98 sobre 100.
El cuento de la princesa Kaguya
Si hay un serio competidor de Pixar en cuanto a mejores películas de animación se refiere, ese es el estudio Ghibli. Los japoneses prefieren la animación 2D, pero sus historias son cautivadoras. Los dibujos, en este caso, son muy distintos a otros títulos míticos como puede ser El viaje de Chihiro, pero es una genialidad para todos los públicos. Una pareja de ancianos campesinos encuentra a una niña diminuta en una planta de bambú, y deciden adoptarla como si fuera su hija. Al crecer, se convierte en una bella dama pretendida por muchos hombres. Pero no puede quedarse allí… Esta hermosa historia se puede ver en familia, pero serán los adultos quienes más la disfruten. Rotten Tomatoes le da un 100 sobre 100.
Isla de perros
La segunda incursión de Wes Anderson en el cine de animación es una joya para adultos, aunque técnicamente es para todas las edades. Con un 90 sobre 100 en Rotten Tomatoes, la distopía sobre todos los perros abandonados a su suerte en un vertedero se vuelve luminosa cuando un niño viaja hasta allí para rescatar a su mascota. Esta emocionante historia en la que los perros tienen conversaciones fascinantes está más pensada para mayores que para pequeños.
Mirai, mi hermana pequeña
De nuevo, entre las mejores películas de animación se cuela este drama intimista que Rotten Tomatoes califica con un 91 sobre 100 Sin duda, una película que los peques deberían ver con sus padres, especialmente si en casa hay un hijo con el síndrome del príncipe destronado. Kun tiene 4 años y está celoso de la atención prestada a Mirai, su hermana recién nacida. Pero entonces llega una versión adolescente de Mirai desde el futuro y vivirá junto a su hermano una aventura espectacular.
Loving Vincent
De toda la lista, esta es la única película que no está recomendada para pequeños (salvo que tengan 12 años o más). El mayor logro de Loving Vincent (85 sobre 100 en Rotten Tomatoes) es el de convertir cada fotograma en una imagen tal como la habría pintado Van Gogh. Porque la película cuenta una historia sobre el pintor, que comienza un año después de su muerte: un cartero le pide a su hijo que entregue la última carta de Vincent Van Gogh a su hermano Theo, desesperado por no haber podido conseguirlo él. Visualmente es una maravilla, además de original: merece muchísimo la pena