Cumpleaños, fiestas infantiles, comuniones…: hay montones de motivos para reunir a los amigos de tus hijos en casa, en la piscina, la playa, en un espacio alquilado… De hecho, es uno de esos planes de vacaciones que te agradecerán y con la que podrás ocupar alguna que otra tarde de verano. Lo habitual es celebrar una merienda, un almuerzo o un pequeño picnic. Sin embargo, las alergias e intolerancias alimentarias hay que tenerlas más en mente que nunca. Según la Asociación Española de Pediatría, se calcula que uno de cada cinco niños padece algún problema de este tipo, y que las alergias a algún alimento son las de mayor incidencia.
Si vamos a organizar cualquier tipo de evento con niños, hay una serie de cuestiones que debemos tener en cuenta. Te damos una pequeña guía para que todo salga a pedir de boca y evitemos cualquier incidente.
Antes de preparar la fiesta: pregunta a los padres por posibles intolerancias alimentarias
Lo habitual es formar un grupo de WhatsApp de padres, donde podamos informar de todos los detalles de la fiesta: día, hora de entrega, hora de recogida, etcétera. Pide a los padres que especifiquen posibles alergias y que lo hagan por mensaje privado, fuera del grupo, para que esa información no se te escape entre los numerosos mensajes que se intercambian en este tipo de chats.
Si hay algún caso de intolerancia grave, dile al padre o a la madre que pueden traer, si lo prefieren, alimentos para su hijo e incluso quedarse en la fiesta. De ese modo te ahorrarás concentrar toda tu atención en un solo niño y te asegurarás de que todo transcurre con normalidad.
Principales intolerancias alimentarias y cómo evitarlas
Como lo más probable es que te encuentres con algún caso de alergia, no con uno de cada, fíjate en estas ideas y evita los productos que puedan exponer a problemas a los niños que las padecen.
- Alergia al gluten. Lo mejor es optar por snacks de arroz, maíz o patata. Sustituye los sándwiches por wraps hechas con tortillas de maíz. Si va a haber pastel de cumpleaños, bien prevé un dulce distinto aparte (tipo natillas, mousse, etcétera) o bien escoge una opción de tarta sin gluten hecha en una pastelería especializada. Asegúrate de que los productos que compras llevan el distintivo «sin gluten» o descárgate la app de la FACE para tenerlo aún más claro. O mejor aún, ponte en contacto con los padres del niño o la niña y pregúntales abiertamente.
- A los frutos secos. Aparte de lo obvio, hay muchos alimentos que pueden contener trazas de frutos secos porque se procesan en el mismo espacio que alimentos que sí los contienen. Hay numerosas listas, como esta, que te ayudarán a orientarte.
- Alergia a la leche. Tanto la alergia a la leche como la intolerancia a la lactosa se solucionan cambiando las bebidas lácteas por otras de origen vegetal. La horchata de chufa, por ejemplo, es una magnífica alternativa. Separa los sándwiches que lleven queso del resto.
- A los huevos. Evitar tortillas o, al menos, que el pequeño las coma, es lo más evidente. Pero el problema puede venir con los postres. Buenas alternativas: gelatinas con frutas dentro, brownie (si queremos agregarle helado debemos buscar uno que no lleve huevo), churros con chocolate… También podemos optar por hacer un pastel sin huevo: existen muchas recetas en Internet.
Ante todo: planifica con mucha antelación
Es vital, para que todo salga perfecto, planificar con antelación. De este modo, podrás comunicar el «menú» a los padres para que te indiquen algún posible problema y buscar juntos una solución. Y, aunque sea pasarse de precavido/a, ten a mano el teléfono de urgencias.