¿Quieres tener siempre a mano una golosina que, además de resultar una delicia, aporte la energía que necesitan los más pequeños de la casa para mantener sus correteos, saltos y juegos constantes? En este artículo te contamos cómo hacer fruta escarchada casera -también conocida como fruta confitada– de forma fácil y entretenida.
Un planazo perfecto para cualquier fin de semana, ¿no es así? Y es que hacer fruta escarchada ofrece muchos alicientes para cualquier familia, y no solo en fechas cercanas a los Reyes Magos. Por un lado, es un plan divertido para hacer con los más pequeños, pero también es una gran manera de conservar la fruta durante mucho más tiempo. Aparte, es una tranquilidad para aquellos padres y madres que quieren dar golosinas a sus pequeños, pero sabiendo exactamente lo que éstas contienen.
FRUTA ESCARCHADA: UN POCO DE HISTORIA Y MUCHA TRADICIÓN
Aunque verla en todo tipo de reposterías nos puede hacer considerarlas como un dulce de origen reciente, se cree que la fruta escarchada ya era uno de los alimentos habituales entre los antiguos mercaderes que recorrían cientos de kilómetros sin medios para preservar los alimentos en condiciones.
Imagina la gran sorpresa para los habitantes del antiguo Egipto, Roma o de China cuando descubrieron que podían conservar la fruta en almíbar dulce de forma que ésta pudiera conservarse durante los largos inviernos.
Ten en cuenta…
Como ves, la fruta escarchada tiene una gran tradición a sus espaldas. Aún así, no resulta complicada de elaborar con los ingredientes adecuados y las indicaciones oportunas. Bien para decorar tus bizcochos o para bañarlas en una deliciosa salsa de chocolate casero, tus frutas escarchadas caseras serán las verdaderas protagonistas de todas tus delicias reposteras.
Eso sí, pese a ser más recomendable que las golosinas industriales, ten en cuenta que si el ingrediente estrella en la fruta escarchada casera es la fruta, otro ingrediente principal es el azúcar. Como siempre, en la moderación está el equilibrio, así que elige los momentos más especiales para disfrutar de tus frutas escarchadas favoritas en casa.
¿DE DÓNDE PROCEDE Y POR QUÉ ES TAN FÁCIL DE ELABORAR EN CASA?
Preparar fruta escarchada es mucho más fácil de lo que te imaginas, mucho más fácil que preparar postres como las natillas o el arroz con leche. En esencia, la fruta escarchada se prepara empapando trozos de fruta -naranja, limón o muchas otras frutas como cerezas, ciruelas, peras o mandarinas-en azúcar caramelizada, calentando la mezcla hasta que todo el contenido de agua original de la fruta sea relevado por el propio azúcar.
Cuando se convierten en frutas confitadas -naranja, limón, fresas, melones, kiwi, pomelo y piña…puedes usar la fruta que prefieras-, éstas empiezan a adquirir un color deslumbrante que las hace de lo más llamativo. A medida que las frutas -siempre en rodajas- hierven a fuego lento sobre el almíbar azucarado, el dulzor propio del azúcar se va filtrando en la fruta, dándole la textura de una deliciosa golosina. Además, el azúcar actúa como conservante, manteniendo intacto el sabor de cada pieza de fruta escarchada.
CÓMO HACER FRUTA ESCARCHADA CASERA DE FORMA FÁCIL
Como ya te adelantábamos unos párrafos atrás, no vas a necesitar una infinidad de ingredientes para preparar una buena remesa de tu fruta escarchada favorita.
¿Listos para entrar en acción?
Estos son los pasos que debes seguir para preparar tu fruta escarchada casera favorita de forma fácil y divertida:
- Corta la fruta elegida en rodajas de unos 5 mm de espesor.
- Después, pon suficiente agua a calentar en una cazuela e introduce la fruta durante unos 30 minutos, o hasta que la fruta se reblandezca.
- A continuación, saca la fruta con un escurridor -o con una espumadera- y resérvala en una fuente aparte, desechando el agua sobrante.
- Ahora introduce unos 500 ml de agua en la misma cazuela junto con la fruta recién cocida (alrededor de un kilo de azúcar por cada kilo de fruta pesada anteriormente). Deja calentar la mezcla de agua y azúcar removiéndola a menudo para que se mezclen homogéneamente.
- Agrega la fruta en rodajas al almíbar de azúcar hirviendo, manteniendo la fruta cubierta por el almíbar. Cocina a fuego medio-bajo, volteando las rodajas de fruta de vez en cuando, durante 40 a 50 minutos o hasta que la fruta adquiera una apariencia translúcida.
- Pasado este tiempo, usa de nuevo la espumadera para ir colocando la fruta en rodajas en una rejilla de alambre. Para dar el toque final a tu fruta escarchada, puedes meterlas en el horno a una temperatura de unos 50 grados. Una vez completamente secas, añadimos el azúcar por encima para conseguir el escarchado.
¡Y listo! Ya tienes una buena remesa de fruta escarchada casera para hacer las delicias de grandes y pequeños.