Potenciar el talento joven empieza en casa. Pero ¿cómo saber qué lo hará feliz de mayor? No solo en el terreno profesional: si hablamos de niños, es demasiado pronto para saberlo y presionarlo en ese sentido no es recomendable en absoluto. También nos referimos a sus habilidades ocultas, que pueden servirle para desarrollar hobbies que lo satisfagan y que, con el tiempo, pueden o no proporcionarles un futuro. ¿Quién sabe si tener un talento musical innato no lo convertirá en un genio? Veamos cómo orientarlos en distintas edades y de qué manera ayudarles.

Cuando son pequeños

Si tu hijo es aún pequeño, fíjate en estas señales:

  • ¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Prefiere cantar, bailar, pintar, crear construcciones con bloques…?
  • Dentro de las cosas que prefiere hacer, ¿en cuáles pone más empeño y trata de perfeccionar?
  • Proponle tomar clases de música, dibujo, idiomas…, según su edad, y deja que elija si quiere o no. Forzarlo no es el camino.
  • Pon atención a lo que demanda: ¿le apetece visitar museos, salir a hacer deporte o jugar con más amigos?
  • Fíjate en sus calificaciones escolares. Seguramente te den más de una pista sobre las áreas en las que su desempeño es mayor. Pregúntale cuáles son sus asignaturas favoritas, al margen de las notas.

En la adolescencia

En esta etapa sí es interesante poner más interés en sus habilidades enfocadas a un futuro profesional. A partir de la etapa secundaria, ellos mismos van descartando unas asignaturas y eligiendo otras, y es más fácil orientarles. Normalmente, en los centros escolares existe esta figura, la del orientador, que mediante un test sabrá decirle en qué sector va a sentirse más cómodo; con todo, no hay nada definitivo y puede cambiar mil veces de opinión. Es lo normal. Habla con él, mirad juntos las posibles salidas de la carrera que elija, proponle planes que te ofrezcan pistas y, sobre todo, ofrécele tu apoyo incondicional: el rechazo a su elección nunca es un buen aliado.

Desterrar el mito de que una carrera de letras no le conviene

En el caso de que tu hijo quiera cursar estudios universitarios, tiene que sopesar mejor pros y contras de qué salida profesional quiere elegir. Existe todavía el mito de que estudiar letras deja menos y peores salidas profesionales. En absoluto. Primero, porque es conveniente que escoja el área en el que más feliz va a ser. Segundo, porque las carreras de letras cada vez están más valoradas en las empresas, que a menudo demandan perfiles creativos. ¿Sabías que cada vez se piden más filósofos? Al parecer, son los que aportan mayor pensamiento crítico y creativo ante la resolución de conflictos relacionados con la ética. Y este aspecto es cada día más importante en los negocios. Además, cualquier titulación universitaria hoy día tiene poco valor sin enseñanzas complementarias (formación en TIC o en idiomas, por ejemplo).

El test de Holland, una herramienta para detectar el talento joven

Es, hoy por hoy, uno de los modelos más válidos para detectar el talento joven, y el que usan muchos orientadores. A través de una batería de preguntas, este test permite descubrir cuáles son nuestros intereses profesionales. Y con él, tendremos más claro hacia dónde encaminar nuestros pasos. Las tres tipologías con mayor puntuación son a las que hay que prestar atención:

  1. Realista. Son pragmáticos y atienden a soluciones concretas para problemas concretos. Salidas más aptas: arquitectos, ingenieros, médicos, enfermeros… También las profesiones manuales estarían en este apartado.
  2. Convencional. Aman la rutina y prefieren los detalles y el orden. La abogacía, administración de empresas o los recursos humanos encajan muy bien en este perfil.
  3. Artístico. Son caóticos e independientes, y trabajan sin reglas impuestas. Desarrolladores de videojuegos y profesionales de la comunicación, la publicidad o el diseño son sus mejores salidas.
  4. Social. Le gusta ayudar a otros y tiene un alto grado de empatía e implicación. Psicólogos, profesores, abogados, enfermeros…
  5. Investigador. Son curiosos, analizan y resuelven problemas con extraordinaria facilidad. Físicos, químicos o matemáticos y científicos en general están dentro de esta tipología.
  6. Emprendedor. Tiene una alta capacidad de liderazgo, es competitivo y lleva a buen término proyectos en los que se involucra y arriesga. Administración de empresas y todo lo relacionado con finanzas, así como con marketing, pertenecen a este grupo.

Con estas herramientas, potenciar el talento joven entre tus hijos te será más fácil. ¿Sabes ya cuál es el suyo?