No son pocas las personas que, con el paso del tiempo, acaban -por una razón u otra- completamente quemadas con sus puestos de trabajo. Una serie de síntomas del estrés laboral empiezan a hacerse notar y la frustración hace mella en el estado de ánimo, pero el trabajo es una prioridad inapelable en la que los cambios nunca resultan fáciles y el resentimiento se va haciendo cada vez mayor.

Los factores que pueden contribuir a que nos sintamos con la necesidad de ponernos a refugio cada vez que se nos echa encima la carga del día a día en el trabajo son muchos y muy variados. Por ejemplo, tener cada vez más responsabilidades o, al contrario, ver como nuestro trabajo es cada vez menos necesario. 

Sentir una imperiosa necesidad de independencia o simplemente sentirnos presionados por la vida social con nuestros compañeros de trabajo…la lista de posibles causas de que sintamos estrés en el trabajo es larga.

CAUSAS FRECUENTES DEL ESTRÉS LABORAL

El término estrés se utiliza de muchas maneras en la actualidad, y puede incluir afecciones como sentirse enfermo cada mañana hasta notar una ansiedad que puede conducir con el tiempo a la depresión. Y, aunque el estrés en sí mismo no representa un deterioro en la salud de las personas, sí que puede considerarse un primer síntoma de posibles problemas físicos y emocionales futuros.

El estrés laboral y el estudio de sus síntomas no es algo que las administraciones públicas no tengan en cuenta. Un ejemplo es la propia existencia de la Organización Internacional del Trabajo, fundada en el año 1919 con la misión principal de promover y alcanzar la justicia en el trabajo

Como afirma esta organización en su último estudio sobre el estrés en el puesto de trabajo, la magnitud del problema de estrés laboral es realmente grande, así como también lo es el impacto que este supone en la salud y el bienestar de la población trabajadora.

¿Las causas del estrés laboral?

Son muy diversas, pudiendo variar en función de si derivan de nuestro propio trabajo en sí mismo o del contexto en el que trabajamos.

Entre las causas del estrés laboral relacionadas con el propio trabajo encontramos, por ejemplo:

  • Los horarios de trabajo cuando estos son inflexibles, cuando se alargan indefinidamente o cuando, además, no están recompensados de ninguna forma.
  • Una carga de trabajo excesiva o con altos niveles de presión por alcanzar los objetivos marcados.
  • O aquellos problemas relacionados con el entorno de trabajo o el equipamiento disponible, no siempre a la altura de las necesidades del trabajador.

Por su parte, entre las causas del estrés laboral más estrechamente relacionados con el contexto en que se trabaja podríamos destacar:

  • La cultura de la empresa, cuando no hay una buena comunicación ni se le trata de poner solución.
  • Una definición de roles poco clara y confusa: nadie sabe cuáles son sus verdaderas responsabilidades.
  • Cuando se percibe un trato injusto de alguna forma, como el caso de percibir favoritismos hacia ciertos empleados.
  • O un desarrollo profesional incierto, sin incentivos para progresar en la empresa.

SÍNTOMAS DEL ESTRÉS LABORAL DE LOS QUE ESTAR MUY PENDIENTE

Que el estrés laboral tiene sus propias consecuencias es hoy en día una realidad indiscutible. Un reciente informe publicado por la Asociación Internacional de Psiquiatría tiene como objetivo de arrojar luz sobre el estrés laboral, sus síntomas más habituales y las soluciones para ponerle remedio. 

A partir de dicho estudio, podemos destacar algunos de los síntomas más evidentes de estar sufriendo estrés laboral en mayor o menor medida:

  • Menor rendimiento: el estrés en el trabajo afecta directamente al rendimiento al desempeñar las tareas que corresponden. Dificultad para conseguir concentrarnos, falta de iniciativa o de creatividad son síntomas habituales.
  • Rechazo a las tareas que se desempeñan: un trabajo que genera un estrés incontrolable se acabará convirtiendo en un peso cargado de frustración.
  • Agotamiento emocional: la frustración de querer un cambio, pero no verlo materializarse puede tener igualmente un impacto a nivel emocional que potencie incluso los síntomas del estrés laboral.
  • Problemas físicos: no es ninguna novedad el alcance que puede tener el estrés por el trabajo a nivel de condición física, siendo un habitual desencadenante de problemas tales como dolores musculares o estomacales, entre muchos otros.

SOLUCIONES AL ESTRÉS LABORAL: ELIGE TU ESTRATEGIA

Finalmente, cabe destacar que el problema no es en absoluto irreversible, sino que podemos ponerle remedio si elegimos las soluciones al estrés laboral más oportunas en función de nuestro caso.

¿Puede llegar a requerir un cambio de trabajo? Si después de tratar de abordarlo dentro de la propia empresa los síntomas persisten, un cambio de rumbo es sin duda una opción a contemplar.

Aparte, también es recomendable contemplar diferentes estrategias para combatir los síntomas del estrés laboral. Por ejemplo, incrementar la actividad física para desconectar del trabajo, tratar de mejorar la calidad del sueño o adquirir mejores hábitos de alimentación son opciones para tener en cuenta.