El bullying infantil son los actos de acoso e intimidación en niños y adolescentes producidos tanto dentro como fuera del entorno escolar. El acosador maltrata a la víctima y puede hacerlo a través de diferentes armas que suscitan gran sufrimiento a la persona que es víctima del hostigamiento, independientemente de cuáles sean los tipos de bullying empleados.

Para ser efectivo en la ayuda a la víctima es necesario detectar cuáles son los tipos de bullying que está sufriendo. Lo ideal es conseguir que, a través de la vigilancia de padres y profesores, el bullying no se llegue a producir. Pero si no lo logramos, al menos es necesario establecer la protección adecuada a la víctima cuando lo detectemos.

Tipos de bullying más comunes

 Según el Instituto de Estadística de la UNESCO, casi un tercio de los niños y adolescentes de todo el mundo ha sufrido algún tipo de acoso escolar o bullying. Estos son los actos de intimidación más comunes que podemos encontrar:

  • Bullying verbal: el acosador maltrata profiriendo amenazas, insultos o nombrando a la víctima a través de apodos hirientes y/o frases que denotan desprecio hacia su apariencia, sexualidad, raza o discapacidad. Los niños y jóvenes que sufren este bullying se muestran tristes, apáticos o malhumorados en el hogar. Muchos también suelen preguntar a sus padres si es cierto lo que el acosador ha dicho de ellos.
  • Bullying físico: en esta forma de maltrato el acosador establece un abuso físico a su víctima, propinándole patadas, puñetazos, golpes, empujones, agresión física, contacto físico violento o robo de pertenencias. Suele suceder en un entorno donde disminuye la vigilancia de un adulto, como el patio o los alrededores del centro escolar. Este tipo de acoso es fácilmente detectable a través de los arañazos, moretones o marcas presentes en el cuerpo de la víctima. También es habitual que los niños que sufren este acoso presenten la ropa rota.
  • Bullying social: este bullying psicológico es, quizá, el acoso más difícil de detectar. El objetivo del acosador es que la víctima no se sienta integrada en un grupo. Se consigue ninguneando a la persona acosada, poniendo a los demás en su contra, excluyéndola de actividades o ignorándola. La víctima puede desarrollar síntomas físicos, como insomnio, dolores de tripa o de cabeza, pesadillas nocturnas o malestar general.
  • Bullying sexual: el acoso sexual se caracteriza por la realización de comentarios machistas, obscenos o de género hacia la víctima. También se manifiesta a través de tocamientos no consentidos o, en los casos más graves, por violación. La persona acosada muestra mucho temor a encontrarse con el agresor, y es habitual que no quiera asistir al colegio o al instituto. 
  • Ciberbullying: el ciberbullying ha aumentado en los últimos años como consecuencia del enorme auge de las redes sociales. Consiste en difundir rumores, mentiras, amenazas, burlas o comentarios hirientes a través del correo electrónico, por mensajes de Whatsapp o en las diferentes redes sociales con el objetivo de herir, burlarse o ridiculizar a la víctima. También puede darse una suplantación de identidad de la víctima para difundir un contenido falso. Los niños y adolescentes que sufren este tipo de abuso suelen pasar muchas horas en Internet con sus dispositivos y después mostrarse desolados.

¿Cuáles son las causas del acoso escolar?

El bullying se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la sociedad. Cuando nos preguntamos cuáles son las causas del acoso escolar hay que centrarse en los aspectos personales, familiares o escolares de las personas que acosan. Entre las causas del bullying podemos encontrar las siguientes:

  • Egocentrismo y baja autoestima del acosador que suple la escasa confianza en sí mismo dañando a las personas que considera más débiles.
  • Deseo de popularidad, ausencia de autoestima e impulsividad del acosador.    
  • Agresividad de los progenitores del acosador o situaciones de vulnerabilidad en su hogar como bajos ingresos, tensión familiar, o ausencia de reglas y valores.
  • Centros con un elevado número de alumnado, donde resultan más difíciles las labores de vigilancia en las zonas comunes.
  • Los perfiles de las víctimas son los de niños o jóvenes con conductas contrarias a la mayoría, o bien con rasgos físicos o habilidades diferentes. Los niños y jóvenes también sufren bullying por su sexualidad real o inventada.

¿Qué consecuencias puede llegar a tener el bullying?

Las consecuencias del bullying para las víctimas pueden llegar a ser demoledoras y perdurables en el tiempo:

  • Estrés: las víctimas pueden presentar estrés o desasosiego incluso años después de haber sufrido el acoso.
  • Fracaso escolar: durante la época que dura el bullying el alumno sufre de un menor rendimiento escolar.
  • Salud: muchas de las personas acosadas somatizan la angustia, lo que tiene consecuencias directas en su salud.
  • Trastornos mentales: las víctimas tienen mayor posibilidad de sufrir trastornos como ansiedad, depresión, agorafobia o pensamientos suicidas.
  • Problemas de socialización: los niños y jóvenes que han sufrido acoso pueden presentar más dificultades para socializar y menores habilidades de comunicación.

¿Cómo prevenir el acoso escolar y qué medidas hay que tener en cuenta?

Prevenir el acoso escolar es tarea de todos: de los profesores, los padres, los compañeros, la Administración y la sociedad escolar. Existen diferentes maneras de evitar las situaciones de bullying:

  • Hacer entender a niños y adolescentes qué es el acoso.
  • Mantener abiertos todos los canales de comunicación con nuestros hijos o alumnos.
  • Dar ejemplo tratando a los menores con amabilidad y respeto.
  • Detección temprana de los casos a base de observación y vigilancia.
  • Intervención inmediata ante cualquier sospecha o señal de alerta en cambios de comportamiento.
  • Promoción de un clima de tolerancia y respeto.
  • Desarrollo de actividades que fomenten la empatía y el respeto por el otro.
  • Activación del protocolo para casos de bullying por el centro escolar o el departamento de Educación de cada Comunidad Autónoma.
  • Protección inmediata a la víctima hasta la aclaración de lo ocurrido.

Ante los diferentes tipos de bullying no debemos permanecer impasibles, debemos evitar normalizar comportamientos moralmente inaceptables que pueden causar verdaderos daños psicológicos en las víctimas. Es responsabilidad de toda la sociedad luchar contra el acoso escolar y detectar las posibles señales que indiquen que un niño o adolescente está siendo víctima de bullying para poder establecer las medidas de protección oportunas.