En el primer día de trabajo suelen aparecer una mezcla de sensaciones. Por un lado te sientes feliz y afortunado, ya que, tras haber superado un proceso de selección y haber resultado elegido, por fin puedes disfrutar de tu nuevo puesto de trabajo. Y por otro lado, notas los nervios lógicos de presentarte por primera vez a tus jefes y nuevos compañeros.

Si algo tienen en común estos primeros días en un nuevo empleo es que son algo estresantes. Estás rodeado de gente que no conoces, con una manera propia de hacer las cosas y sometido a la carga emocional que supone intentar ofrecer lo mejor de ti mismo. Sin embargo, con estos pequeños consejos puedes hacer que los primeros días sean todo un éxito.

¿Cómo afrontar el primer día de trabajo?

Antes de ir al trabajo por primera vez es aconsejable hacer un repaso de nuestras emociones. Es necesario acudir con una actitud positiva, abierta y en la medida de lo posible, relajada. También hay ciertas cosas que puedes hacer los días previos y que seguro te resultarán de gran ayuda:

1. Prepara tu presentación

Tus nuevos compañeros querrán saber cómo eres, cuál ha sido tu anterior trabajo y qué cargo vas a ocupar. Es habitual que el primer día de te pregunten sobre todas estas cuestiones, así que dedica un rato a reflexionar qué quieres contarles para que no te pille de improviso.

2. Infórmate previamente

Si tienes dudas acerca de aspectos como el código de vestimenta o quiénes van a ser tus jefes directos, haz una llamada al departamento de Recursos Humanos e infórmate. De esta manera, una vez que llegue el primer día de trabajo podrás sentir que no estás fuera de lugar y te encontrarás más cómodo.

3. Prepara preguntas

El primer día tendrás que atender a las indicaciones que te hagan tus superiores acerca de tus nuevas funciones, pero también es el momento de preguntar dudas, lo que demostrará tu deseo de aprender rápido. Repasa mentalmente lo que se te dijo en la entrevista y haz una lista con aquellas cosas que necesitas saber, para que no se te olvide comentarlo.

4. Llega temprano

No hay nada que cause peor impresión que llegar tarde en tu primer día de trabajo. No es necesario llegar media hora antes, lo que puede causar incomodidad en la persona encargada de explicarte tus funciones, pero acudir entre 5 y 15 minutos antes se considera adecuado. Para no llegar tarde, ensaya la ida a tu trabajo previamente y así podrás observar las condiciones del tráfico o cuánto tardarás en transporte público.

¿Cómo presentarte a tus compañeros?

El momento ha llegado. Estás a punto de entrar en tu nuevo lugar de trabajo y enfrentarte a una nueva situación. No es una situación cómoda, pero tienes muchas opciones para salir airoso. Estas son algunas de las cosas que debes hacer en tu primer día:

1. Sonríe cuando te presentes

Es tu momento y tienes que disfrutarlo. Sonreír es un primer paso para caer bien a tus compañeros y tus jefes. Deja claro siempre que puedas que estás muy contento por la oportunidad. La primera impresión es la que cuenta y tú debes comportarte como te gustaría ser recordado.

2. Sé humilde

El primer día te mostrarán los métodos de trabajo. Limítate a escuchar, ya habrá tiempo para intentar establecer mejoras en los procedimientos. No es tu papel dejar a todos con la boca abierta con tus conocimientos sino hacerles entender que eres la persona idónea para ocupar el puesto.

3. Socializa con tus compañeros

Es posible que a media mañana tus compañeros de trabajo  tengan establecido tomar café. Otra posibilidad es que todos acudan a comer al mediodía a un mismo lugar, si se trabaja con un turno partido. Es un excelente momento para socializar con tus compañeros. Si te niegas a ir con ellos corres el riesgo de que te consideren una persona huraña o poco amigable.

4. Proyecta energía

Que seas nuevo no quiere decir que te quedes en un rincón. Proyectar energía siempre es un buen comienzo. Muéstrate entusiasta y positivo, y mantén una actitud proactiva, para que se sepa que tienes interés en el puesto y que se puede contar contigo. Es lo que implícitamente se espera de ti, aunque nadie te lo haya dicho.

5. No tengas miedo a equivocarte

Nadie nace sabiéndolo todo. Si te explican algo y sigues teniendo dudas, pregunta. Y si te equivocas, reconócelo y pide perdón, en vez de intentar tapar tu error. Poco a poco irás cogiendo ritmo. Estos primeros comienzos titubeantes son, en realidad, comunes en todos los trabajos.

6. No salgas el primero

Cuando llegue la hora de la salida observa cómo se comportan los demás. No abandones el primero el puesto de trabajo, aunque ya haya llegado la hora de irte a casa. Y cuando te vayas, avisa siempre y consulta si hay algo más que puedas hacer.

Si te sientes inseguro, lo que debes pensar es que te han escogido a ti porque sin duda eres el mejor para el puesto de entre todas las personas que han valorado. Este simple hecho te tiene que dar la confianza necesaria para acudir el primer día de trabajo lleno de energía y positividad. ¡Seguro que todo sale bien!