Es importante visibilizar a las personas que cuidan de otras. Ya sea de personas mayores o dependientes de cualquier edad (niños, personas con movilidad reducida, etcétera), los cuidadores internos y externos ejercen una labor primordial que conviene destacar y poner en valor. Muchos de los cuidadores son los propios familiares: aproximadamente el 85% de las personas dependientes, reciben atenciones de su entorno más cercano. Aunque se acaba de aprobar la mejora de la cobertura para los cuidadores no profesionales (esto es, de los familiares), este colectivo sigue siendo uno de los menos reconocidos en la sociedad actual.

Algunos datos sobre los cuidadores internos, externos, profesionales y no profesionales

Si bien la ley promulgada en 2006 para la atención a personas dependientes cambió la manera de ver a estos trabajadores, sigue habiendo datos que invitan a la reflexión. De los cuidadores que hay en España (profesionales o no), aproximadamente nueve de cada diez son mujeres. Esto implica, por una parte, que es un trabajo altamente feminizado, y que de entre los cuidadores y cuidadoras familiares son ellas las que suelen dejarlo todo para ocuparse de los suyos e impide a menudo la conciliación con el trabajo.

Perfil del cuidador en nuestro país: mujer, mayor de 45 años y con estudios primarios

Como ya hemos dicho, es mujer, de un rango de edad entre los 45 y los 64 años (la edad media se sitúa en torno a los 52 años), que normalmente ha cursado estudios primarios. Además, es preferentemente un cuidador interno (o más bien una cuidadora interna): cerca del 80% de estas comparte vivienda con el dependiente, lo que implica que, en un alto porcentaje, guardan un parentesco directo entre ellos.

Más del 77% de los cuidadores lo son a tiempo completo (es decir, son cuidadores internos), frente a un 17% de cuidadores tienen a más de una persona a su cargo. Salvo excepciones, estos últimos suelen englobar a los cuidadores profesionales.

Por último, la relación de parentesco que más se da entre los cuidadores internos no profesionales y el dependiente es de hija-padres (más de un 40%), esposa-esposo (alrededor del 22%) y nuera-suegros (7,5%).

Películas que visibilizan la relación cuidador-dependiente

No está de más recordar algunas de las películas que tratan este tema:

  • El hijo de la novia. Esta magnífica película argentina trata muy bien el tema de los cuidadores no profesionales en un caso de persona mayor con alzhéimer. Contada en un tono tierno y emotivo, podemos asistir a la relación de una mujer que ha perdido la memoria con su esposo y con su hijo.
  • La teoría del todo. La vida de Stephen Hawking se explica, principalmente, desde su enfermedad (ELA), que le fue diagnosticada poco antes de casarse con su primera esposa. Además de su brillante carrera como científico podemos ver cómo su mujer, Jane Hawking, fue también su cuidadora durante casi 30 años.
  • Intocable. Este filme francés, que se convirtió en un enorme éxito de taquilla, nos cuenta la relación entre un millonario que queda tetrapléjico tras un accidente y el cuidador a domicilio que se hace cargo de él. A pesar de las dificultades en la convivencia, la película está contada en un tono divertido que la hace mucho más amable.
  • La vida secreta de las palabras. Con la delicadeza habitual de las películas de Isabel Coixet descubrimos la historia de una enfermera con problemas de audición que cuida de un hombre que ha quedado temporalmente ciego. La historia transcurre en una plataforma petrolífera en medio del mar, lo que le da a esa relación un tono más intimista.