La educación de los más pequeños es esencial, tanto para ellos como para los padres. Por una parte, la familia les transmite la mayoría de los valores que los van a acompañar a lo largo de sus vidas. Por otra, la escuela se convierte en uno de los grandes referentes, especialmente a lo largo de la educación infantil y primaria. Evidentemente, también enseñamos: con charlas, libros, películas, etc, pero debemos asumir que la figura del maestro será una de las más importantes para los pequeños. Y esa figura cambia en paralelo a la sociedad: los avances tecnológicos, los cambios de paradigma, las nuevas necesidades, hacen que estos profesionales de la educación tengan que reciclarse continuamente. Es interesante saber cómo serán los profesores en un futuro cercano para entender hacia dónde se mueve la educación escolar: ¿en qué los están formando y dónde se pone mayor énfasis? Estos rasgos definen, ahora y en el futuro, el perfil del profesorado.

La nueva figura del maestro: estará inmerso en las nuevas tecnologías

Hoy por hoy, a los profesores no les queda más remedio que ir aprendiendo el manejo de las TIC para poder enfrentar sus clases con nuevas herramientas. Evidentemente, la mayoría de ellos es hábil con estas tecnologías, pero los profesores del futuro ya se están formando en ellas durante su carrera, además de que todos ellos serán nativos digitales. Sin las TIC, no solo la figura del maestro, sino la de la inmensa mayoría de los profesionales, no serán posibles.

Educará en la diversidad

Otra de las materias en las que debe trabajar el profesor del futuro es la de transmitir a sus alumnos el respeto al diferente. Y el diferente puede serlo en muchos sentidos: en cuanto a movilidad, origen socioeconómico, país de nacimiento… Crear un entorno inclusivo, tal como promueve el Ministerio de Educación y Formación Profesional y como recogen textos como la Convención de los Derechos del Niño, es imprescindible para hacer entender a los más pequeños que todos merecemos el mismo respeto. Esto es una base imprescindible para frenar problemas como el bullying.

Trabajará con padres y madres

Frente a la figura del maestro tradicional, que únicamente se comunicaba con los progenitores para informarles de cuestiones puntuales, el profesor del futuro seguirá por la senda que ya han iniciado los actuales: teniendo siempre conciencia de qué rol representan unos y otro, tiende a integrarlos en la comunidad educativa y a hacerles partícipes de las distintas propuestas que se hagan en el centro. La participación de padres y madres en toma de decisiones y la implicación en ciertos asuntos hará que los padres también sean colaboradores activos de la enseñanza de sus hijos.

Educará transversalmente

El profesor del futuro está siendo formado para acompañar al alumno en su proceso de aprendizaje, además de para transmitirle conocimiento. Es decir, sin dejar de lado lo esencial (que aprenda en las diversas asignaturas), sabrá orientar, tutorizar y despejar cualquier tipo de dudas que le puedan surgir. Y no solo en lo que respecta a la enseñanza pura y dura, sino también en cuestiones más personales en las que pueda ayudarlo.

Desarrollará su empatía

La figura del maestro del futuro tiene por fuerza que ser empática. Es decir, debe saber ponerse en la piel de sus distintos alumnos para gestionar los diversos conflictos que surjan.

Calificará por distintos medios

Aunque cada vez es más habitual, el profesor tendrá en cuenta factores ajenos a los exámenes. El maestro de hoy y del futuro está atento a las distintas inteligencias, y sopesará las actitudes, aptitudes y capacidades de esfuerzo para calificar a sus alumnos.