La depresión en el trabajo no es un problema excepcional, sino que es algo que afecta a un gran número de personas en situación de empleo activo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud recoge en sus estadísticas un dato impactante: la depresión afecta hasta al 4% de la población, y es algo que puede llegar a experimentar cualquier persona incluso viviendo en una situación de aparente estabilidad. 

Además, la depresión es una de las causas que mayor impacto tienen en la productividad en las empresas, algunas de las cuales ya cuentan con programas de ayuda para este tipo de afecciones tan comunes… pero no las suficientes. A continuación, analizamos el problema de la depresión en el trabajo y su impacto en la salud de los trabajadores.

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN EN EL TRABAJO?

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (OSHA) define la depresión en el trabajo (o depresión laboral) como el estrés causado cuando las exigencias del entorno de trabajo superan la capacidad de los trabajadores para hacer frente a éstas. 

¿Cuáles son las consecuencias de llegar a una situación de depresión en el trabajo? Según indica la propia OSHA, la dificultad -o incluso la imposibilidad- de gestionar las exigencias del trabajo puede verse reflejadas en tres niveles:

  • Fisiológico: generando dificultades respiratorias, cambios en el pulso cardiaco, así como problemas en el sistema inmunológico, por mencionar algunas de las respuestas físicas más frecuentes.
  • Psicológico: desembocando en una serie de emociones negativas tales como la ira, la ansiedad, la irritación, etc., acompañadas a menudo de una disminución en la autoestima en las personas.
  • Comportamiento: la depresión en el entorno de trabajo está directamente vinculada con una menor productividad, disminuyendo la capacidad de desarrollar tareas con el nivel de exigencia requerido.

Cabe destacar que, respecto al resto de países de la Unión Europea, los índices de estrés en el trabajo en España se sitúan en el promedio, con un 21% de los trabajadores afirmando sentir estrés en sus respectivos trabajos según los datos publicados por la OSHA ya en el año 2005. 

Otro estudio más reciente publicado por el mismo organismo (2015) refleja una impactante realidad: si bien el 79% de las empresas manifiestan su preocupación por el problema del estrés de sus empleados en el trabajo, menos del 30% tienen en marcha programas para hacerle frente.

Motivos de depresión en el trabajo

Por otra parte, en el lado de los trabajadores, ¿a qué motivos atribuyen el estrés o la depresión en el trabajo? Por orden de importancia, un 72% achaca el estrés a la inseguridad laboral, un 66% a una carga de trabajo excesiva y un 59% a comportamientos inaceptables dentro de la empresa, tales como el acoso o la intimidación. 

Sin duda, no es algo que las empresas deban tomar a la ligera, ya que las consecuencias en los trabajadores pueden traducirse en un desgaste progresivo, hipertensión, somnolencia o problemas de espalda, así como la anteriormente citada depresión en el trabajo.

COMBATIR LA DEPRESIÓN EN EL TRABAJO

Recientemente, la Fundación Empleo y Salud Mental ha publicado el recurso gratuito titulado La Depresión en el Trabajo, documento que tiene el objetivo de visibilizar la situación de las personas que padecen depresión en el ámbito del trabajo y de facilitar un recurso informativo tanto para las empresas como para los trabajadores.

Entre la información que destaca esta guía, encontramos datos tan preocupantes como los siguientes:

  • El 10% de la población empleada ha faltado en al menos una ocasión al trabajo por depresión.
  • El 50% de las personas que sufren depresión en el trabajo no son tratadas por este problema.
  • El 43% de los gerentes de empresas desearían tener mejores políticas contra la depresión laboral.

En añadido, la mayoría de las personas que sufren dificultades de este tipo en el lugar de trabajo no se sienten lo suficientemente seguras como para hablar de ello.

Entre las medidas que esta guía propone para reducir los factores de riesgo de padecer la depresión en el trabajo se encuentran la gestión del tiempo de trabajo, el control de la carga de trabajo, la autonomía del trabajador, el interés por el trabajador o la supervisión, entre otros factores clave.

Por último, es importante recordar que la depresión es una enfermedad y que, como tal, es necesario darle la importancia que tiene para comenzar a tiempo el proceso de recuperación.