En los procesos de selección suelen participan un elevado número de candidatos pugnando por un mismo puesto de trabajo. Por esta razón, la elección de los aspirantes se vuelve más compleja que nunca. Tener claro qué competencias profesionales y personales busca la organización permite al interesado saber si encaja o no en el puesto.
En cuanto a las compañías se refiere, a la hora de filtrar mejor el talento es necesario tener en cuenta las competencias transversales de los candidatos, conocer qué les diferencian de los demás y saber qué les convierte en los profesionales ideales que están buscando.
¿Qué son las competencias profesionales?
Las competencias profesionales son las aptitudes y habilidades que definen a una persona y le permiten desarrollar con éxito una función en el ámbito laboral. Realmente hay tantas competencias profesionales como trabajadores y se podría afirmar que todo profesional tiene unas habilidades en las que destaca especialmente.
La labor de la organización consiste en saber apreciar esas competencias clave de cada persona para aprovecharlas en su beneficio. Muchas de las competencias transversales más valoradas se asocian a ciertas conductas y actitudes, que son las que buscan las organizaciones en sus candidatos.
¿Qué tipos de competencias profesionales existen?
A la hora de elegir a un candidato en un proceso de selección, se tiene en cuenta diferentes tipos de competencias:
- De base: son los conocimientos básicos que permiten el acceso al puesto.
- Técnicas: son aquellas que se han adquirido después de haber realizado una formación específica.
- Transversales: son las habilidades y aptitudes que permiten que un trabajador pueda desarrollar su trabajo eficazmente. Estas competencias se han podido adquirir en diferentes contextos, incluso no laborales. Un ejemplo es el trabajo en equipo o la capacidad de iniciativa.
10 ejemplos de competencias profesionales
Existen diferentes tipos de competencias profesionales que permiten desarrollar multitud de funciones de forma exitosa. Entre las capacidades profesionales más demandadas por las compañías se encuentran:
1. Capacidad de tomar decisiones y dirigir
Esta competencia profesional permite influir en los demás y tener autoridad, un paso imprescindible para liderar. Sin embargo, y en contraposición, es necesario que el profesional también cuente con empatía y capacidad de colaboración.
2. Capacidad de trabajo en equipo
Uno de los aspectos mejor valorados en cualquier proceso de selección es la habilidad para trabajar en equipo, con el fin de integrar a todos sus componentes en la consecución del objetivo propuesto.
3. Capacidad de iniciativa y autonomía
Esta habilidad se refiere a la disposición a la hora de tomar decisiones sin contar con ayuda o apoyo externo. En el caso de que se oriente a una mejora del producto o servicio, se hablaría de capacidad de innovación.
4. Capacidad de organización y planificación
La capacidad de organización y planificación es la habilidad que permite utilizar los recursos humanos y materiales existentes en la organización de una forma óptima y eficaz. Además, hay que saber gestionar el tiempo y los plazos adecuadamente.
5. Capacidad analítica
La capacidad de analizar datos es fundamental en la era de la información y en, prácticamente, todos los sectores. Los datos por sí solos no aportan ninguna información. Por eso está muy bien valorado que el profesional sepa entenderlos, analizarlos y extraer de ellos lo que se considera importante para la compañía. Esto permite evaluar problemas, realizar excelentes argumentaciones y tomar las mejores decisiones.
6. Inteligencia emocional y capacidad de adaptación
La inteligencia emocional denota una gran capacidad de adaptación o, lo que es lo mismo, para aceptar los cambios de una forma positiva, convirtiéndolos en una oportunidad. De la misma manera, hay profesionales que tienen talento para intervenir en situaciones difíciles para la organización resolviendo posibles conflictos.
7. Capacidad de anticipación y resolución de problemas
Esta habilidad permite anticiparse a los problemas antes de que sucedan y saber dar una respuesta adecuada a una situación determinada mediante una estrategia. La capacidad de anticipación permite reconocer e identificar el problema, establecer un diagnóstico, formular soluciones y realizar un seguimiento.
8. Comunicación no verbal, habilidades comunicativas e interactuación
La comunicación no verbal es una forma más de comunicación. Con ella se transmite una gran cantidad de información orientada a la seguridad, la convicción y la confianza, lo que se considera clave para persuadir al interlocutor. Tener capacidad para interactuar y habilidades comunicativas permite, a su vez, ser más visible, y por tanto generar más oportunidades y contactos. Un buen profesional debe comunicarse siempre de una manera eficaz, expresando sus ideas de forma coherente y desarrollando la escucha activa, la asertividad y la empatía.
9. Capacidad para gestionar el estrés
Prácticamente cualquier trabajo que se desarrolla hoy en día tiene elevados niveles de estrés, presión y responsabilidad. Los profesionales que son capaces de hacer frente a los retos y las exigentes demandas del trabajo diario proyectan un efecto tranquilizador y positivo en las personas que les rodean.
10. Capacidad de orientación al logro y especialización
La capacidad de orientación al logro es la habilidad para contribuir a la consecución de los objetivos marcados, desarrollando actividades para llegar a las metas propuestas. Por su parte, la capacidad de especialización se orienta a los detalles, asegurándose así que los procedimientos se desarrollan adecuadamente.
Encontrar las competencias profesionales que determinan nuestro valor es clave para enfrentarnos con éxito a un proceso de selección. Por su parte, también permite a las organizaciones encontrar al candidato más adecuado para llevar a cabo las labores profesionales en un determinado puesto.