Para mantener un buen ambiente laboral, nada mejor que llevarse bien con los compañeros de trabajo. Ir cada día a un lugar agradable y tranquilo nos ayuda a estar más concentrados y motivados, e incluso ser más productivos en nuestras tareas diarias.
Si ya de por sí las relaciones son complicadas, las que establecemos con nuestros compañeros de trabajo resultan aún más difíciles. No existen fórmulas exactas para llevarnos bien con nuestros colegas.
Sin embargo, existen dos elementos clave que no pueden faltar para lograr un buen ambiente laboral, y no son otros que la comunicación y el interés por mantener una buena convivencia.
Una vez establecida la importancia de lograr una buena relación con nuestros compañeros de trabajo, la primera pregunta que se nos viene a la mente es: ¿y cómo lograrlo? Estos son algunos consejos que te ayudarán a integrarte en el ambiente laboral, evitar conflictos con tus colegas y conseguir que reine la armonía.
1. Preocúpate de conocer a tus compañeros de trabajo
Si quieres mantener una buena relación con tus compañeros, nada como descubrir las cosas que tenéis en común. Quizá compartís aficiones, el gusto por un determinado deporte, hacéis planes en los mismos lugares o sentís pasión por una misma raza de perro.
No podrás descubrir lo que te une a tus compañeros de trabajo si no hablas con ellos de asuntos que no tengan nada que ver con el mundo laboral. El momento del café es una buena ocasión para estrechar lazos.
2. Trata con todo el mundo
A veces las personas no son lo que parecen. Hay gente que, por su timidez, no se abre al resto, y parece huraña o antipática. Sin embargo, pueden llegar a ser excelentes compañeros de trabajo una vez se establecen lazos de confianza con ellos.
Tener trato con todos tus compañeros, especialmente cuando entras a trabajar en un sitio nuevo, te permitirá establecer tu propia opinión. No te dejes influenciar por lo que te digan los demás y decide por ti mismo con quién quieres tener un trato más cercano.
3. Ajusta tu comportamiento a cada personalidad
Hay personas a las que les gusta hablar de su vida privada, mientras que otras son más celosas de su intimidad. Las hay a las que les gusta trabajar en equipo y también encontrarás a compañeros de trabajo más individualistas.
Para llevarte bien con tus compañeros intenta ajustar tu comportamiento al carácter de cada uno de ellos. De esta manera ellos se sentirán más cómodos contigo y el ambiente será más relajado.
4. No intentes destacar
Si intentas destacar entre tus compañeros cuando el jefe está delante, si echas por tierra su trabajo o si acudes a tus superiores cuando tus colegas han hecho algo que no te gusta sin hablar previamente con ellos, probablemente te ganarás su enemistad.
Apuesta por el trabajo en equipo y por la colaboración. Comparte el éxito de tus compañeros, valora su trabajo y no intentes que el tuyo sobresalga si quieres hacer de tu entorno laboral un lugar relajado, donde trabajar a gusto.
5. Sé respetuoso y comprensivo
El respeto es una de las bases que te permitirán llevarte bien con tus compañeros de trabajo. No solo se trata de dar los buenos días o desear un estupendo fin de semana los viernes, sino también de no menospreciar nunca la manera de pensar de los que te rodean. Si lo haces, lo único que conseguirás es que nadie comparta sus pensamientos en voz alta por temor a no sentirse respetado.
Asimismo, sé comprensivo con los demás. Todos cometemos fallos y tu labor como buen compañero es hacerle saber a tu colega qué es lo que, en tu opinión, ha hecho mal. Pero no lo hagas en público. Mejor coméntalo en privado y de una manera empática.
6. Trabaja con responsabilidad
Tener responsabilidad a la hora de realizar tus tareas es la mejor manera de trabajar en equipo y hacer que las buenas relaciones en el trabajo fluyan. Si no te responsabilizas de tu trabajo y eso afecta al de tus compañeros, surgirán los roces.
No podemos retrasar las labores que tenemos pendientes si ello supone que todo el trabajo de un equipo o departamento se ve afectado. Si ves que no puedes con la cantidad de labores pendientes, solicita ayuda educadamente. Te sorprenderá ver que hay compañeros dispuestos a echarte una mano si ven que has dado lo mejor de ti pero no consigues abarcar el volumen de tareas.
7. Dialoga cuando sea necesario
¿Algún compañero de trabajo mantiene contigo un comportamiento hostil? ¿Hace algo que te molesta o que te impide trabajar a gusto? Callarte y soportarlo, o contarlo a tus superiores, no es lo mejor que puedes hacer, ya que no contribuirá a solucionar el problema, sino a agrandarlo.
Lo más efectivo, e inteligente, es hablar directamente con la persona en cuestión. Preguntarle directa, pero educadamente, si tiene algún problema contigo y buscar soluciones conjuntas, incluso aunque esa persona te disguste.
8. Aléjate de los rumores
Los rumores, los chismes y los bulos son algo habitual en cualquier lugar de trabajo. Aléjate de las personas que los propagan y, ante todo, evita extenderlos. Muestra una postura neutra o distante ante todo el que se acerque a contarte un cotilleo de otro compañero y no entres en conflicto con temas especialmente sensibles, como la política o la religión.
9. Sé sociable y amistoso
Si en tu empresa es habitual quedar los viernes a tomar algo cuando se sale del trabajo, o si tienes un comedor para empleados, intenta ser sociable y adaptarte a estos espacios o actividades comunes, aunque al principio te cueste.
Estos momentos de distensión son perfectos para conocer a tus compañeros de trabajo o dejar que ellos te conozcan. Es una excelente manera de ganarte su respeto y mantener con ellos una buena relación
10. Se receptivo y acepta las críticas constructivas
Escuchar lo que los demás tienen que decir de tu trabajo, si las críticas son constructivas, te permitirá crecer como profesional y como persona. Escucha lo que los demás te dicen y no trates siempre de llevar razón.
Ser agradecido con quien intenta ayudarte te permitirá ganarte el cariño de tus compañeros de trabajo. Eso sí, si alguien hace un comentario en público sobre tu forma de trabajar, asegúrate de hacerle entender que la próxima vez te gustaría que te lo dijera en privado.
Con el trato diario, la rutina, la competitividad y los problemas laborales es fácil que surjan problemas de convivencia. Sin embargo, eso no significa que no podamos llevarnos bien con nuestros colegas. No se trata de caerle bien a todo el mundo, ni de hacerte amigo de todos los compañeros de trabajo que te rodean.
Sin embargo, mantener una actitud positiva hará que sea más agradable ir cada mañana a tu puesto. Y recuerda: el respeto, la alegría y la empatía son contagiosas. Si te animas a ser el detonante que comience a crear o mejorar tu ambiente de trabajo, es más que probable que tus compañeros te sigan y entre todos logréis un ambiente sano, relajado y productivo.