¿Has tenido que lidiar en alguna ocasión con ese tipo de compañeros de trabajo tóxicos que, más que sumar al conjunto, restan absolutamente todo y mucho más? En este artículo te traemos una serie de consejos que te van a venir de perlas para no dejarte perder en su vorágine de frustración y malos humos.

Quien más, quien menos, todo aquel que ha pasado por varias empresas o puestos de trabajo a lo largo de su carrera profesional se habrá encontrado alguna vez con ese tipo de compañeros de trabajo tóxicos. Estos, lejos de aportar algo positivo, lejos de sumar al conjunto, parecen empeñados en poner a prueba el buen clima en el trabajo dada su actitud negativa e incluso -si se nos permite la expresión- casi beligerante. 

Si te has encontrado alguna vez en esta situación sabrás que no siempre resulta fácil lidiar con este tipo de actitudes allí donde pasamos casi un tercio de nuestro tiempo diario. Y es que, sin el enfoque adecuado, puede resultar fácil ceder ante los intentos del compañero de trabajo tóxico por salirse con la suya. 

¿La buena noticia? Con las pautas precisas y la mentalidad positiva adecuada, podemos conseguir que un compañero de trabajo tóxico se convierta en poco más que una anécdota.

COMPAÑEROS DE TRABAJO TÓXICOS: MÁS HABITUALES DE LO QUE IMAGINAS

Lo primero que llamará tu atención es que términos como compañeros de trabajo o ambientes de trabajo tóxicos son muy frecuentemente empleados en diversos estudios sobre el impacto de ciertas actitudes perjudiciales para el buen clima laboral que toda empresa -y profesional- desea disfrutar cada mañana en su puesto de trabajo.

Por ejemplo, en un estudio sobre el clima laboral en espacios de trabajo tóxicos desarrollado en 2017 se identificaron una gran cantidad de factores -o más bien, tipos de personas- que pueden contribuir directamente a dificultar u obstaculizar el buen desempeño laboral del resto de empleados. Entre los más habituales: los fanáticos del control, los narcisistas, los manipuladores, los abusones, etc. 

Pero ¿qué significa, por definición, un compañero de trabajo tóxico? Según el anterior estudio, se trata de personas que demuestran patrones de conductas en el trabajo que no solo son contraproducentes, sino que debilitan al resto de componentes. Pero la cosa no queda ahí, ya que un compañero tóxico puede llegar a poner en peligro a todo un equipo e incluso a la empresa entera, en los casos más extremos.

Para más inri, cualquier empleado con independencia de su nivel en la empresa puede convertirse en un compañero de trabajo tóxico como el que más. De hecho, en el caso de los niveles intermedios -de los perfiles directivos-, se trata de uno de los factores principales a la hora de crear climas de trabajo tóxicos. Es el clásico caso del jefe narcisista -egocéntrico, dicho de otra forma- que consigue fácilmente anular a uno o varios subordinados para tenerlos a su entera disposición en base al miedo a las represalias.

CLAVES PARA LIDIAR CON UN COMPAÑERO DE TRABAJO TÓXICO

Con una buena dosis de humor y filosofía, los compañeros de trabajo tóxicos son habitualmente clasificados en muy variados perfiles. Pero, aparte de las diferentes etiquetas que podamos poner al compañero tóxico de turno, lo importante es tener clara la forma de actuar ante sus diversos intentos de amargarte el día.

Por ejemplo, para ese tipo de individuos que parecen tener dos caras -una relativamente normal y otra, lamentablemente, impertinente-, la mejor opción pasa por reducir los tiempos de interacción con éstos al mínimo indispensable. Cuanto menos nos expongamos a ellos, menores serán las posibilidades de encontrarlos en un mal día.

También son habituales los compañeros de trabajo tóxicos cuyo principal objetivo parece ser el de difundir rumores sobre otros compañeros, buscando cierto tipo de recompensa por la información tan importante que creen estar facilitando. En este caso, una salida siempre válida es la de dar a entender a esta persona, educadamente, que no estamos en el trabajo para someter a juicio lo que hacen unas u otras personas.

Peor aún resulta ver que un compañero se esfuerza una y otra vez en llevarse el mérito de nuestro trabajo. Tal vez la primera vez no lo hayas visto venir, pero para la siguiente ya estarás preparado. Con este tipo de compañeros tóxicos, la solución pasa por asegurarte -siempre con elegancia- de dejar constancia de tu importante papel en el trabajo frente a tus superiores. Si es necesario, acompaña tu argumentación con pruebas que muestren en qué has contribuido.

Y recuerda que, en última instancia y si la situación con esos infatigables compañeros de trabajo tóxicos se hace realmente insoportable, un cambio de trabajo puede ser la solución definitiva al problema.