Una vez hemos conseguido un trabajo estable a jornada completa y las cosas empiezan a estabilizarse, tal vez nos parezca poco probable volver a considerar la vuelta a los libros. Pero al cabo del tiempo, no son pocas las personas que empiezan a valorar seriamente la idea de completar su formación con un máster que les ayude a seguir mejorando su carrera profesional.

Y tú, ¿te estas planteando comenzar a estudiar un máster? Si es así, tal vez estás sudando la gota gorda al imaginarte como un malabarista tratando de sacarlo todo adelante. Y es una sensación de lo más normal: compaginar un máster con el trabajo a jornada completa es un verdadero reto para cualquier persona.

Sin embargo, un máster podría aumentar notablemente tus posibilidades de conseguir una promoción en tu empresa o de optar por un trabajo más especializado. 

En cualquier caso, y para que puedas sacar lo mejor del máster que estás contemplando estudiar, aquí te traemos algunas recomendaciones que te permitirán compaginar ambas responsabilidades con éxito.

COMPAGINAR MÁSTER Y TRABAJO: ¿ES TAN BUENA IDEA COMO PARECE?

Evidentemente, el acierto (o no) de comenzar a compaginar un máster con tu trabajo dependerá de cuales sean tus pretensiones profesionales. Pero si decides lanzarte a hacer un máster y consigues completarlo con éxito, las opciones de ver mejorada tu situación profesional serán considerables. 

Y esto no es una forma de hablar. De hecho, así lo demuestra el completo informe publicado anualmente por la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades) titulado La Universidad Española en Cifras. De forma aproximada y según recoge este informe, un 29,57% de los estudiantes españoles consiguió un nuevo empleo tras haber realizado un máster, mientras que un 15,84% mejoró las condiciones de su puesto actual.

Otra buena noticia es que alrededor del 99,2% de las personas que comienzan a estudiar un programa de máster acaban completándolo con éxito, de acuerdo con los datos publicados en el citado informe. Como ves, acabar un máster con éxito no es cosa de unos pocos.

Eso sí, también debes tener en cuenta la realidad de combinar ambos trabajos: embarcarse en un máster mientras trabajamos a tiempo completo puede ser un gran desafío en lo referido a alcanzar un equilibrio entre el estudio propio del máster, los compromisos laborales y la vida personal.

CLAVES PARA COMPAGINAR TRABAJO Y MÁSTER.

Como ves, compaginar el trabajo con un máster no solo es posible, sino que además tiene unas ventajas constatadas a la hora de generar una mejora a nivel profesional. Dicho esto, ¿qué puedes hacer para asegurarte de estar tomando la decisión correcta? 

Aquí van algunas recomendaciones prácticas para que embarcarte en un máster mientras trabajas no se convierta en un problema.

PLANIFICA CON ANTELACIÓN

Estás a punto de embarcarte en una campaña en la que no habrá retorno una vez comiences. Por eso es esencial conocer las exigencias del máster con todo detalle, de forma que -por ejemplo- no te coja por sorpresa la entrega de un proyecto final con el pico más alto de trabajo en tu empresa.

Para poder trazar un plan sin fisuras que te permita sacar el máster adelante, ten siempre claros qué trabajos va a requerir, las horas de dedicación semanal estimadas y los ejercicios adicionales que puedan requerir un tiempo extra por tu parte (como es el caso de los trabajos grupales, cuyo desarrollo requiere más tiempo al tener que realizarlos con otras personas).

MÁRCATE UN HORARIO Y ¡CÚMPLELO!

Uno de los principales problemas al compaginar un máster con el trabajo a jornada completa es el de las prisas en los últimos días del programa. Y en un máster, lo último que quieres es llegar a la fecha final con la lengua fuera.

El secreto aquí está en comprometerse a avanzar un poco cada día, cueste lo que cueste. Podemos hacer una excepción puntual por fuerza mayor, pero por lo general, deberemos ceñirnos a nuestro objetivo diario. A medida que pasen las semanas y se acerque el final del máster, estaremos más que agradecidos con nosotros mismos por haberlo llevado al día.

BUSCA APOYO EN TU ENTORNO

Algo especialmente importante al comenzar a compaginar un máster con el trabajo es hacer que las personas que nos rodean entiendan el esfuerzo que vamos a tener que hacer durante el tiempo que dure la formación. Sin este apoyo, los momentos ya de por sí difíciles -asistir a las clases, las quedadas de grupo o el siempre absorbente proyecto final- lo serán aún más.

Así que, antes de comenzar el máster, habla con las personas de tu entorno para asegurarte de contar con su apoyo incondicional. Seguro que te lo ponen muy fácil si sabes transmitirles la importancia que para ti supone completar el máster con éxito. Compaginar un máster con el trabajo a jornada completa exige un esfuerzo importante, pero con la motivación por las nubes y la planificación adecuada, ¡no habrá máster que se te resista!