Conocer la orientación de la vivienda resulta esencial cuando queremos ahorrar en costes energéticos. Siendo así, te habrás formulado en alguna ocasión la pregunta mágica: ¿cómo saber la orientación de mi casa y, con ello, averiguar en qué medida estoy ahorrando dinero en consumo energético?

En este artículo no solo te vamos a contar porqué es tan importante que tu hogar tenga la orientación adecuada, sino también te vamos a ayudar a saber cuál es la orientación de una casa de varias formas: comprobándolo en la referencia catastral de la vivienda, con una brújula -un método muy habitual-, pero recordándote que también puedes saber la orientación de tu casa usando la aplicación gratuita Google Maps.

 

LA IMPORTANCIA DE SABER LA ORIENTACIÓN DE LA CASA

Aunque obviamente no siempre podremos elegir la orientación de nuestra casa -solamente es posible en el caso de estar contemplando diferentes opciones antes de decantarnos por comprar o alquilar una vivienda u otra-, siempre conviene prestarle atención a este factor clave en el consumo energético de una vivienda.

¿En qué va a incidir que tu casa tenga una orientación u otra? Pues bien, la misma -sea norte, sur, este u oeste- supondrá más o menos entrada de luz natural durante unas horas determinadas. Esto será determinante en el calentamiento del edificio, que a su vez se verá reflejado en el consumo energético del mismo.

Por ejemplo, una orientación al norte le dará a tu vivienda una iluminación homogénea durante todo el día, teniendo en cuenta que no llegará a recibir luz solar directa en ningún momento. 

Si en lugar de hacia el norte, nuestra vivienda está orientada hacia el este -por poner otro ejemplo-, la luz entrará durante las primeras horas del día, lo que la ayudará a permanecer caliente a lo largo del resto del día. En el lado negativo, por las tardes tendremos menos luz natural.

¿Y cuál es la mejor orientación? Pues dependerá de la zona en la que vivas y el clima que tengas durante las diferentes estaciones.

 

CÓMO SABER LA ORIENTACIÓN DE MI CASA CON EL CATASTRO

El catastro inmobiliario es ese registro administrativo en el que están incluidos todos los bienes inmuebles, y al que podemos acudir para saber la orientación de nuestra vivienda. 

Como explica el ingeniero en Edificación Ángel Sánchez con un ejemplo ilustrado, en este caso habría que descargar el plano de la vivienda y medir el ángulo formado respecto del punto señalado como el Norte.

Así que si tienes acceso a la referencia catastral de tu vivienda, esta primera forma es un buen punto de partida.

 

CÓMO SABER LA ORIENTACIÓN DE MI CASA USANDO UNA BRÚJULA.

Otra forma de saber la orientación de tu casa sin necesidad de descargar documentos es la de usar una brújula para ello. El procedimiento es muy sencillo: en primer lugar, sitúa la brújula sobre una superficie plana y comprueba hacia dónde apunta la flecha que indica el Norte. 

Ahora, si la fachada de tu vivienda es perpendicular a la línea imaginaria que marca la flecha (o, dicho de otra forma, que tu fachada encara exactamente hacia dónde apunta el Norte), sabrás que tu casa tiene una orientación norte. Y lo contrario si tu fachada apunta en sentido totalmente opuesto, hacia el sur. Lo mismo para los puntos intermedios.

 

CÓMO SABER LA ORIENTACIÓN DE MI CASA USANDO GOOGLE MAPS

Una tercera forma de saber la orientación de tu casa es acudir a Google Maps. Una vez dentro de la aplicación, es tan sencillo como emplazar el icono del humano naranja en la calle donde se encuentre tu vivienda, asegurándote de enfocarlo hacia donde apunte tu fachada.

Una vez hecho esto, fíjate en la brújula que aparecerá en la parte inferior derecha de la pantalla, cuya punta en color rojo siempre apuntará hacia el norte. Tomando el norte como referencia, podrás comprobar hacia dónde está orientada tu fachada.

Además del ahorro de energía, la orientación de tu casa puede hacer que disfrutes de la revitalizante luminosidad del día o que tu vivienda resulte más bien oscura y poco iluminada, así que no dejes de prestarle atención a este aspecto cuando llegue el momento de cambiar de vivienda.