¿Eres de esas personas que recuerdan sus sueños al despertar cada mañana? O, al contrario, ¿te levantas con la impresión de no haber soñado nada en toda la noche? 

Recuerdes o no lo que soñaste la noche anterior, soñar es un proceso biológico totalmente natural que casi todas las personas experimentamos al menos durante dos horas cada noche. Y, sin embargo, todavía no hay un criterio científico único para explicar su funcionamiento de forma precisa. 

Lo que es un hecho es que cada persona tiene un recuerdo diferente de sus sueños, desde quienes los recuerdan claramente cada mañana hasta quienes no recuerdan nunca sus sueños por mucho que lo intenten.

Si formas parte del segundo grupo, tal vez te hayas preguntado si hay algo que esté en tus manos para recordar tus sueños con más frecuencia. Según los expertos, es posible conseguirlo con un poco de práctica.

En esta ocasión nos ponemos cómodos bajo las sábanas, abrazamos la almohada y nos adentramos en el mundo de los sueños (y cómo recordarlos cada mañana). 

EN PRIMER LUGAR, ¿POR QUÉ SOÑAMOS?

El sueño es un área de estudio en la que la ciencia ha hecho hincapié desde tiempos inmemorables. En lo que por ahora parecen estar de acuerdo es en que los pensamientos, emociones, comportamientos y fantasías que experimentamos cuando estamos despiertos tienen una continuidad cuando dormimos en forma de lo que llamamos sueños

Aparte, existen al menos otras dos teorías sobre el papel de los sueños a nivel biológico, emocional y cognitivo:

  • En primer lugar, que los sueños nos ayudan a procesar nuestras vivencias, especialmente aquellas que nos resultan más difíciles de digerir cuando estamos despiertos. Es decir, nos ayudan a aceptar las experiencias negativas que experimentamos en nuestra vida.
  • En segundo lugar, que soñar es lo que nos ayuda a liberar espacio en nuestra memoria, eliminando aquellos recuerdos que solamente suponen un exceso de información que no necesitamos para nada.

Ahora bien, ¿soñamos todas las personas por igual? Y, de ser así, ¿por qué algunas recuerdan sus sueños vívidamente y otras no los recuerdan en absoluto? Te lo explicamos con detalle a continuación.

¿POR QUÉ NO RECUERDO MIS SUEÑOS?

Lo cierto es que se han realizado hasta la fecha numerosos estudios tratando de identificar un patrón que explique por qué algunas personas recuerdan sus sueños a menudo mientras que otras no los recuerdan nunca. 

Uno de estos estudios -publicado en 2012- encontró algunos datos interesantes al respecto. Por ejemplo: las mujeres tienden a recordar más los sueños que los hombres o que a medida que nos hacemos mayores tendemos a no recordar lo que soñamos la noche anterior (lo mismo que le ocurrió a Peter Pan al hacerse mayor).

Aparte de estos dos factores, numerosos estudios han propuesto otras razones adicionales que podrían justificar el hecho de que determinadas personas recuerden sus sueños con toda nitidez:

  • Personalidad: se ha sugerido en más de una ocasión que las personas más creativas y abiertas a las nuevas experiencias podrían recordar sus sueños con más frecuencia. Igualmente, el buen humor general o la calidad del sueño también podrían ser factores decisivos en este sentido.
  • Interés en los sueños: tener una actitud positiva hacia los sueños también ha sido propuesta como una de las variables importantes para determinar quién recuerda sus sueños y quién no. Así pues, las personas que tienen un elevado interés por sus sueños tienden a recordarlos con más frecuencia.
  • Calidad del sueño: aquellas personas que se despiertan con más frecuencia en mitad de la noche tienden a recordar mejor sus sueños. Esta teoría sería consistente con la idea -también propuesta en numerosos estudios- de que suele ser necesario despertarse durante el propio sueño para poder recordarlo más tarde.

¿CÓMO RECORDAR LOS SUEÑOS? TRES CONSEJOS PRÁCTICOS

Una vez entendidas algunas de las claves que determinan por qué recordamos lo que soñamos, es momento de resumir las prácticas que puedes realizar para conseguirlo:

  1. Hacer un repaso de lo que ha sido tu día justo antes de dormir. Esto te ayudará a revivir las experiencias vividas en las horas previas de cara a consolidarlas durante el sueño.
  2. Establecer la rutina de tratar de recordar tus sueños cada mañana. Aunque al principio no recuerdes nada, no dejes de dedicarle unos minutos al despertar cada día.
  3. Llevar un registro con tus sueños, por muy poco que los recuerdes al principio. Con el tiempo, tus recuerdos de lo que has soñado serán cada vez más claros.

¿Estás preparado para recordar tus sueños cada mañana? Con un poco de paciencia y siguiendo los consejos prácticos que nos proporcionan los expertos, seguro que estás en el camino correcto para comenzar a recordarlos con más frecuencia.