La entrevista de trabajo es el momento culminante en cualquier proceso de búsqueda de empleo, ya que en muchos casos determinará si el candidato es o no la persona idónea para ocupar el puesto. Por tanto, es necesario plantearse cómo afrontar una entrevista de trabajo para tener éxito.
El objetivo debe ser convencer al entrevistador de que tu candidatura es la mejor posible y demostrar que tus aptitudes profesionales, tu conocimiento, experiencia y habilidades son las que se necesitan para ocupar el puesto al que optas.
Cómo preparar una entrevista de trabajo
Antes de acudir a la entrevista de trabajo conviene prepararse bien. Esto comienza mucho antes, incluso, de empezar a buscar empleo. Actualmente, tu imagen en Internet habla de ti incluso antes de que tengas la oportunidad de reunirte con el entrevistador. Por ello, nada mejor que cuidar nuestra presencia en las principales redes sociales, especialmente en las de carácter profesional, como LinkedIn. Asimismo, también resulta conveniente crear un blog donde publiques contenido de valor acerca del sector en el que vas a buscar un empleo.
Antes de acudir a la entrevista debes investigar sobre la empresa en cuestión. Busca a la empresa en Google y mira todo lo que aparezca sobre ella, así como el contenido que publica en su blog o redes sociales. Es importante conocer su historia, su misión y visión, su filosofía y valores, cuáles son los productos y servicios que ofrece, cuál es su especialidad y el perfil de clientes a los que se dirige.
Tipos de entrevista laboral
Existen diferentes tipos de entrevista de trabajo. Lo más conveniente es que, cuando vayas a realizarla, sepas cuál es el modelo que el entrevistador empleará, con el fin de poderte preparar más a fondo. Estos son los tipos de entrevista laboral que puedes encontrar:
– Individual dirigida: con preguntas y respuestas a las que tendrás que contestar de forma breve y concisa.
– Individual libre: sin guion predeterminado, por lo que podrás hablar de tu trayectoria, tus fortalezas y los valores que puedes aportar a la compañía.
– Individual mixta: una mezcla de las dos anteriores y en donde tendrás la ocasión de tomar la iniciativa y explicarte ampliamente en momentos concretos.
– Grupal: en ella se te propondrá resolver una situación junto con otros candidatos. En estas entrevistas se valoran competencias profesionales como la capacidad de trabajar en equipo, el liderazgo, la comunicación y las habilidades de cada persona. No hay que monopolizar el discurso, sino aportar todo lo posible escuchando al resto.
Consejos para una entrevista de trabajo
Para tener éxito y conseguir un puesto acorde a tus expectativas, lo primero que hay que hacer es saber cómo actuar en una entrevista de trabajo, lo que se divide en tres pasos:
Antes de hacer la entrevista
Cuando recibas la llamada para citarte para una entrevista de trabajo, no olvides apuntar el nombre de la persona que se ha puesto en contacto contigo; el día, hora y dirección de la compañía; la empresa y del departamento que te convoca, y si es posible el puesto al que optas; el tipo de entrevista que se te va a hacer y el nombre del entrevistador, que será alguien de recursos humanos, una empresa de trabajo temporal o el jefe o director de un departamento o de la propia compañía
Tras conocer todo acerca de la empresa y repasar tu currículum, tienes que ensayar la entrevista. Haz una relación de puntos débiles y prepara argumentos para saber defenderte, y un listado de tus puntos fuertes, con argumentos que los corroboren. Asimismo, conviene ensayar la respuesta a las preguntas más comunes que te pueden plantear, que suelen basarse en tu personalidad, formación, trabajos anteriores, expectativas de empleo y vida privada. Realizar los ensayos frente a alguien de tu confianza te dará seguridad y te permitirá conocer los errores que cometes.
Por último, conviene que adaptes tu currículum a las exigencias del puesto y que lleves varias copias, tanto en papel como en un USB, por surge la ocasión de entregarlo.
Durante la entrevista
Es importante que llegues puntual, ya que de eso dependerá que te den o no el puesto. De ahí la importancia de saber cuánto tiempo vas a tardar desde tu vivienda, en función de si utilizas coche privado o transporte público.
Ve solo a la cita y cuida tu aspecto físico. Es importante sentirse cómodo, pero llevar un vestuario profesional, que no llame la atención. Por supuesto, hay que ir limpio y bien afeitado, o sin un maquillaje excesivo.
En cualquier proceso de selección de personal la primera imagen es definitiva. Debes entrar con seguridad y confianza, saludar al entrevistador con una fórmula convencional, preferiblemente llamándole por su nombre, y cederle la iniciativa ante el tipo de saludo o la invitación a sentarte.
El lenguaje no verbal es muy importante, teniendo en cuenta que la primera impresión es tu mejor carta de presentación. Resulta conveniente sentarse con una postura no forzada, con los pies apoyados en el suelo y las manos visibles, ni muy al borde del asiento, ni tampoco muy recostado.
El tratamiento hacia el entrevistador es de usted, a no ser que te diga lo contrario. Hay que estar atento y resultar agradable, sin evidenciar gestos que indiquen nerviosismo. Lo más conveniente es mirar al interlocutor a los ojos sin intimidar, sonreír y dejar que dirija la entrevista sin interrumpir. No debes hablar mucho, pero tampoco contestar con monosílabos, y hay que procurar cuidar el lenguaje de manera que sea natural pero no vulgar. Por último, conviene evitar el cruce de brazos y la gesticulación en exceso.
Asimismo, ofrece muy buena impresión realizar alguna pregunta respecto al puesto a ocupar, pero hay que dejar al entrevistador la iniciativa de hablar de condiciones laborales o sueldo.
Después de la entrevista
Lo habitual es agradecer al entrevistador la oportunidad que ha prestado y ofrecerse para resolver cualquier otra duda que pueda surgir. Si pasados unos días prudenciales no se tiene noticia de la empresa, se puede enviar un email o realizar una breve llamada telefónica interesándose por la continuidad del proceso de selección de personal.
Preguntas más frecuentes en una entrevista laboral
Hay preguntas que son muy frecuentes en las entrevistas de trabajo. Una de ellas es “háblame sobre ti”, lo que implica realizar un discurso de unos dos minutos de duración, en el que el candidato debe presentarse, destacar sus fortalezas y qué puede aportar a la compañía, centrándose en lo más relevante del currículum y no en lo más reciente.
Ante la pregunta de “¿cuáles son tus puntos débiles?”, lo mejor es destacar alguna característica que no sea relevante para el puesto en cuestión. Otra posibilidad es que te pregunten por qué has estado tanto tiempo en el paro o por qué te despidieron de tu anterior empresa. En ese caso, conviene aclarar cómo aprovechaste el tiempo en el que no estuviste trabajando para causar una impresión positiva, y centrarse en la motivación y la ilusión que te hace afrontar nuevos retos profesionales.
El candidato debe pensar antes de contestar, decir siempre la verdad y demostrar entusiasmo por el trabajo, sin suplicar. Conviene ser positivo, sin criticar a anteriores empresas. Ante preguntas comprometedoras referidas a cuestiones personales, puedes contestar que, desde tu punto de vista, “la cuestión no es un asunto relevante para el puesto”, pero sin parecer descortés.
Para superar con éxito un proceso de selección es importante conocer cómo afrontar una entrevista de trabajo de una manera profesional. Lo mejor es no optar por la improvisación, y preparar el encuentro en la medida que sea posible.