Ya nadie duda de la importancia de leer y la necesidad de fomentar la lectura en los niños. Dedicar un rato a esta actividad no es solo un momento de gran satisfacción personal, sino también un acto con el que logramos comprender mejor el mundo que nos rodea y entendernos a nosotros mismos, además de fomentar nuestra imaginación, empatía y capacidad de concentración. 

Crear un hábito lector en los pequeños corresponde a los padres como responsables de su educación, pero muchos progenitores desconocen cómo fomentar la lectura para que el niño la perciba como una actividad agradable. 

 

Cómo fomentar la lectura en niños

Existen muchos libros para educar a los hijos con interesantes y divertidas historias. Leerlos juntos supone un rato de intimidad que ayuda a fortalecer los vínculos del padre o la madre con sus pequeños. Pero para que un niño disfrute leyendo debemos lograr que le parezca interesante, agradable y divertido hacerlo. Con un poco de paciencia y dedicación lo podemos lograr fácilmente. Estos pequeños consejos nos ayudarán a conseguirlo:

Lee con tus hijos. No hay nada que les guste más a los niños que estar con sus padres. Aunque es cierto que es difícil sacar tiempo en la larga lista de obligaciones diarias, debemos reservar al menos media hora al día para estar con nuestros hijos e irles inculcando el hábito lector. 

Respeta sus gustos. No a todos los niños les gustan los mismos juegos, ni los mismos dibujos o videojuegos. De la misma manera, los pequeños tienen sus libros favoritos. A la hora de escoger un título hay que tener en cuenta aquellos personajes o temáticas que les puedan interesar.

Ten en cuenta la edad. Los libros infantiles suelen especificar la edad para la cual se recomienda su lectura. Es importante fijarse en este dato para que los pequeños no se aburran con la historia, por ser demasiado fácil o muy difícil su comprensión.

Dales a elegir. Cuando vayas a comprar un libro o te dirijas a la biblioteca para su préstamo, haz que te acompañe el niño y dale a elegir entre aquellos títulos que te parezcan más adecuados. Se sentirá orgulloso y más implicado a la hora de leer.

Hazlo divertido. Debes hacer del momento de la lectura un juego. Existen muchas fórmulas para conseguirlo: desde dejar que el niño se disfrace de la temática de la historia, hasta hacer que lea a sus peluches. 

Dramatiza la lectura. Cuando leas a tu hijo, no debes olvidar dramatizar la lectura poniendo voces distintas y exageradas a los personajes y realizando los gestos que crees que harían. Esto le ayudará a mantenerse inmenso en la historia.

Crea un espacio de lectura. Igual que hay un lugar determinado para que los niños jueguen, coman o duerman. ¿Por qué no crear un espacio de lectura? Deja que el niño lo elija, para que se sienta más cómodo.

Haz de la lectura una rutina. Para conseguirlo, nada mejor que tener un momento fijo que el niño asocie con leer. Puede ser antes de acostarse, pero también a la llegada del colegio, después del baño o antes de cenar. Es importante que en este tiempo tanto el niño como los padres estén relajados. 

No presiones, ni obligues a leer. Si el niño está triste, cansado o enfadado, o simplemente no le apetece leer, es mejor dejar la lectura para otro día y no presionarle, ni mucho menos obligarle o castigarle con la lectura.

Pon sus libros a mano. Los pequeños tienen que tener acceso a los libros, para que pueda escogerlos, jugar con ellos u hojearlos cuando lo consideren oportuno. Si no están a su alcance, nunca tendrán esta oportunidad de verlos como algo cercano.

Alterna la lectura en papel con la digital. Hay muchos niños que se sienten motivados con las nuevas tecnologías. Si es el caso de tu hijo, invítale a leer en un formato digital de vez en cuando, pero no olvides alternarlo con el papel.

Da ejemplo. Quizá esto es lo más importante. Los niños imitan lo que hacen sus padres. Si ellos leen, el niño leerá. Ayúdale a descubrir el placer de hacerlo en familia y lo verá cómo una actividad gratificante. 

 

Actividades para fomentar la lectura

Leer debe ser, ante todo, una fuente de satisfacción y es importante que no se perciba como una obligación. Para ello, nada mejor que realizar actividades para fomentar la lectura. Los niños se divertirán, se sentirán más interesados en los libros y crearán un hábito lector que marcará el resto de su vida. 

Estas son algunas actividades que puedes realizar con ellos para aumentar su motivación:

Termina el cuento. Tras leer unas cuantas páginas, antes de llegar al final se le pregunta al niño cómo cree que acaba la historia. Resulta muy útil para fomentar la imaginación y ayuda a los pequeños a expresar sus opiniones.

Cada persona, un personaje. En una lectura conjunta, se le adjudica un personaje a cada persona. De esta manera, cada vez que hable el personaje, la persona decidirá cuál es su voz y entonación. Esta actividad ayuda a mejorar la entonación y a respetar los signos de puntuación, al tiempo que potencia la fluidez y la comprensión lectora.

Dibuja lo que lees. En esta actividad se le invita al niño a dibujar lo que ha leído cuando termine la historia o cuando acabe un capítulo. Se potencia así la atención y se favorece la creatividad. 

Mezclar cuentos. Tras leer tres o cuatro cuentos cortos, el niño tendrá que inventar uno nuevo en el que aparezcan personajes o situaciones de cualquiera de las historias leídas. Es, además, una magnífica actividad para aumentar la memoria y la concentración.

Mi cuento favorito. Cada persona elige su cuento favorito y se lo lee al otro. Esta actividad resulta especialmente interesante cuando tenemos varios niños. Después, pediremos a los pequeños que expliquen por qué es su cuento favorito. De esta manera, los niños socializarán a través de la lectura y aprenderán a expresar sus emociones, gustos y preferencias. 

Existen innumerables consejos para fomentar la lectura en los niños, pero todas las recomendaciones se pueden resumir en una: acompáñales en su descubrimiento y haz que se diviertan con un libro en las manos.