Los celos entre hermanos pequeños son de lo más normal y, por lo general, no son motivo para hacer que salten las alarmas. Por ejemplo, este tipo de rivalidades suele comenzar cuando hay un nuevo bebé en la familia, pero puede durar hasta que los niños son adolescentes. 

La realidad es que educar a más de un hijo supone tener que lidiar con diferentes personalidades y temperamentos, por lo que cierto grado de competición, de peleas y confrontaciones será sin lugar a duda algo habitual.

En este artículo te explicamos los porqués de este tipo de comportamientos junto con una serie de pautas para detectarlos y ponerles una rápida solución.

¿POR QUÉ SURGEN LOS CELOS ENTRE HERMANOS?

Muy a menudo hablamos de celos, pero también se puede hablar de rivalidad, de competencia o de conflictos entre hermanos.

No podemos olvidar que los niños atraviesan un proceso de descubrimiento constante, con nuevas emociones saliendo a la palestra y reacciones de lo más diversas en los momentos más inoportunos. Se trata de ese tipo de reacciones puede hacer llevarnos las manos a la cabeza y, en más de una ocasión, a poner el grito en el cielo.

Pero ¿cuáles son estas causas tan frecuentes? Por mencionar algunos de los motivos más habituales de los celos entre hermanos pequeños, podemos destacar:

  • Cambios repentinos en la rutina habitual: se trata de situaciones que, generando cierto nivel de estrés en los niños, hacen a estos pagar su frustración con quienes más tienen a mano: los hermanos pequeños
  • Etapas en el desarrollo de los niños: hay épocas o edades en las que los niños son más susceptibles a reaccionar negativamente hacia sus propios hermanos. Es el caso del nacimiento de un hermanito que habitualmente despierta recelos en su hermano inmediatamente mayor.
  • El camino a conocerse a sí mismos: a medida que crece, el niño averigua quién es como individuo. En el camino, está tratando de encontrar sus propias inquietudes, talentos e intereses, buscando con ello diferenciarse de sus hermanos. Esta búsqueda de desmarcarse puede generar muy fácilmente conflictos entre los hermanos.

Pero los motivos de los celos o la rivalidad entre hermanos pequeños no son achacables exclusivamente a ellos mismos. Cuando los padres no podemos estar todo lo pendientes que debiéramos de nuestros hijos (por ejemplo, debido a una apretada agenda de trabajo), se abre una mayor posibilidad a que haya conflictos entre ellos. 

Igualmente, no dedicar el tiempo suficiente a disfrutar juntos con nuestros pequeños o ser demasiado permisivos con los celos son otras de las situaciones que pueden estimular su aparición. 

CELOS ENTRE HERMANOS PEQUEÑOS: ¿CÓMO ACTUAR?

Hay muchas maneras de ponerle freno a las situaciones repetidas de celos entre hermanos pequeños. Por ejemplo:

Tratarlos de forma equitativa

No se trata tanto de tratarlos a todos por igual, sino de adaptarnos a las necesidades específicas de cada uno de los hermanos que con frecuencia entran en conflicto.

Tal vez el hermano mayor se sienta más motivado para evitar el conflicto si lo tratamos como a un adulto. Por ejemplo, haciéndole ver que como hermano mayor— deberá tomar la iniciativa. Por su parte, el hermano pequeño verá con mejores ojos la idea de enterrar la pipa de la paz si se lo planteamos como tratándose de un juego.

Estimular la cooperación entre hermanos

Se trata de favorecer situaciones en las que los hermanos tengan que unir sus fuerzas para alcanzar un objetivo común. Con esta idea en mente, las opciones para darles un propósito común pueden ser de lo más variadas: la creatividad está servida. Desde ayudar juntos a completar la lista de la compra en el supermercado hasta ponerse de acuerdo para elegir las dos películas para ver un domingo. 

Abrazar su individualidad

Los hermanos son menos propensos a entablar discusiones entre ellos cuando son reconocidas sus diferencias como personas. Siempre dejándoles tener su propio espacio, es buena idea pasar tiempo con ellos de forma individual, adaptándonos a sus preferencias personales.

No olvidemos en cualquier caso que, si bien los celos entre hermanos pequeños son inevitables, sí que son totalmente gestionables. No caigas en la desesperación y encontrarás la solución adecuada a los frecuentes celos entre hermanos pequeños.