El trabajo es importante en nuestro desarrollo personal. Pasamos mucho tiempo con nuestros jefes y compañeros de trabajo y, aunque a veces surgen roces y pequeños enfrentamientos, lo lógico es que se solucionen sin mayores complicaciones. En otras ocasiones, sin embargo, el acoso puede acabar en una situación de bullying en el trabajo, también denominado mobbing o acoso laboral.

¿A qué llamamos bullying laboral?

El bullying laboral es un comportamiento sistemático que intenta discriminar, humillar, ridiculizar, hundir u ofender a un trabajador. El acosador, si es un compañero, trata de hacer el vacío a la víctima, le ridiculiza en público o le esconde información clave para que no pueda desempeñar su trabajo correctamente. Si es un jefe, puede asignarle proyectos con plazos inalcanzables o darle tareas rutinarias y alejada de responsabilidades.

En muchas ocasiones la situación de acoso laboral aparece de forma muy sutil, pero el desgaste psicológico-emocional enseguida comienza a hacerse evidente si no se le pone freno.

Perfil de la víctima y del acosador

En general, las víctimas de mobbing suelen ser personas tranquilas y responsables, tal y como ocurre en otras situaciones de acoso (como el bullying escolar). Estos trabajadores en ocasiones son tímidos y con pocas habilidades sociales, que se dedican a cumplir con sus responsabilidades, y suelen presentar logros o avances importantes que son considerados una amenaza para los acosadores.

Quien ejerce el acoso laboral, en cambio, suele ser una persona insegura, con una autoestima baja o complejo de inferioridad. Puede tener miedo a perder su trabajo o a ser reemplazado en sus funciones. Presenta en ocasiones una conducta pasivo-agresiva, y actúa movido por los celos, la envidia o una situación de competencia profesional mal entendida.

¿Qué efectos causan las conductas de acoso?

Los efectos de una situación de bullying en el trabajo son devastadores para la víctima de acoso. En un primer momento, el trabajador deja de ser productivo y comienza a mostrar signos de abatimiento. Es posible que se aísle de sus compañeros.

Si la situación de acoso laboral avanza, es posible que el empleado necesite ayuda psicológica. En los casos más graves acudir al lugar donde se produce la situación de mobbing puede desencadenar episodios de crisis que acaben en bajas laborales. En los casos más extremos, el trabajador se verá incapacitado para volver a trabajar incluso en otro ambiente u otra compañía.

¿Qué hacer cuando te hacen bullying en el trabajo?

Lo primero que debes intentar cuando detectes que estás siendo víctima de una situación de bullying en el trabajo es dialogar con el compañero que te acosa. Tendrás que controlar los nervios y hacerlo de una forma calmada, amable y sin provocaciones ni acusaciones directas. El objetivo de esta conversación es hacer comprender al acosador cómo te sientes.

Si esta opción no te da resultado, es el momento de poner la situación en conocimiento de la dirección de la empresa, el departamento de Recursos Humanos y los representantes de los trabajadores. Muchas empresas disponen de protocolos para estos casos, que pasan por la imposición de las oportunas sanciones o por el cambio del profesional acosado a otro departamento o centro de trabajo.

Otra opción posible es realizar una denuncia por conductas de acoso y hostigamiento psicológico a la Inspección de Trabajo, con el fin de que abra una investigación y emita un informe, que además pueda servir como prueba en un posible juicio.

¿Cómo denunciar en los juzgados?

Si el acosador es un superior, puedes acudir a la Justicia a través de la vía penal,  y querellarte contra la persona que ha cometido el acoso o bien contra la empresa, por no tomar medidas al respecto.

En la vía laboral, una vez que quede demostrado que existe una situación de acoso laboral, se puedes solicitar una extinción de la relación laboral que te daría derecho a recibir una prestación por desempleo y la indemnización correspondiente por despido improcedente una vez quede rota la relación laboral.

Asimismo, puedes reclamar daños y perjuicios, tanto a la empresa como al acosador, en este caso a través de la vía civil. Si eres funcionario, deberás dirigirte a los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo.

Mientras se espera a la resolución, puedes solicitar una baja laboral para seguir tu tratamiento en casa y evitar enfrentarte a diario a las personas que te acosa.

La importancia de la respuesta de la organización

Es importante que las compañías respondan de inmediato cuando tengan noticias de que uno de sus trabajadores está siendo sometido a un acoso laboral. Aunque en muchas organizaciones existen protocolos de actuación en estos casos, es muy difícil establecer una política de prevención.

Cuando el hecho de que se ha producido una situación de bullying en el trabajo llega a oídos de la dirección, el daño suele estar ya hecho. A pesar de ello, es necesario que la compañía corte de raíz estos comportamientos y establezca las sanciones oportunas, priorizando la atención a la víctima.

El bullying en el trabajo tiene efectos psicológicos muy graves en la persona que lo sufre. Quien sea víctima de una situación de acoso por parte de un compañero o un jefe puede denunciarlo en los juzgados, contando con todo el apoyo por parte de la organización. Lo más conveniente es actuar cuanto antes, para evitar las graves secuelas que toda conducta que daña los derechos individuales deja en las víctimas de acoso.