¿Has sentido alguna vez tener cada vez menos control sobre tu vida personal después del trabajo? Si este es tu caso, debes saber que no eres la única con problemas para compaginar el trabajo con el resto de las responsabilidades propias de la vida adulta, especialmente las referentes a la familia.

Conciliar la vida laboral y familiar es, de hecho, una de las causas de estrés más comunes para los trabajadores. Especialmente en aquellas empresas en las que el presencialismo todavía es una realidad, cada vez más personas encuentran serias dificultades para cumplir adecuadamente sus responsabilidades cuando llega la hora de hacer check-out y abandonar el lugar de trabajo.

Si consideras que el trabajo se ha convertido en tu única prioridad y estás dejando a un lado aspectos tan importantes en tu vida como son el descanso, disfrutar de tu tiempo libre o más importante aún, pasar más tiempo con tu familia, sigue leyendo los siguientes consejos para compaginar la vida laboral y familiar.

PORQUÉ ES NECESARIO COMPAGINAR EL TRABAJO Y LA FAMILIA

Entendemos una situación de perfecto equilibrio entre el trabajo y la vida familiar como ese punto en el que le damos la importancia que merecen a ambas prioridades en nuestra vida, tanto la profesional como la personal, sin priorizar ninguna de ellas de tal forma que apenas le dediquemos tiempo a la contraria.

Pero a lo largo de la vida profesional, este equilibrio puede verse amenazado por muchas razones, tanto desde un lado como del otro:

  • Un ascenso en el trabajo que nos exige más tiempo y dedicación.
  • Un cambio de residencia que nos hará dedicar más tiempo a los viajes hasta nuestro lugar de trabajo.
  • La llegada de un nuevo componente en la familia.
  • Comenzar a estudiar un máster.
  • Etc.

Para más inri, con todas las ventajas que nos traen las nuevas tecnologías, también favorecen que no desconectemos de nuestros trabajos como lo hacíamos antiguamente. Tenemos el correo totalmente a mano en nuestros smartphones, formamos parte de un grupo de WhatsApp de nuestro trabajo y se nos puede localizar fácilmente en cualquier momento. 

El problema surge cuando todo lo anterior comienza a afectar negativamente en diversos aspectos de nuestra vida: no sentimos fatigados, nuestra salud comienza a tambalearse -notamos las defensas en horas bajas- y apenas pasamos tiempo de calidad con las personas que más queremos. 

Afortunadamente, podemos seguir una serie de pautas que nos ayudarán a recuperar progresivamente el equilibrio hasta compaginar la vida laboral y familiar sin que una tenga excesiva prioridad respecto de la otra. 

CONSEJOS PARA COMPAGINAR LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR

Mientras nuestro trabajo sea nuestro principal sustento (y lo normal es que así sea), deberemos darle la importancia que merece en nuestras vidas. Dicho esto, no por ello debemos dejar de establecer ciertos límites ni dejar de pensar igualmente en nuestro tiempo para el disfrute personal.

Entonces, ¿qué cambios puedes implementar para alcanzar esa situación de equilibrio entre el trabajo y la familia

Por ejemplo, puedes comenzar por los siguientes consejos:

  • Gestionar mejor tu carga de trabajo: haz que cada minuto en tu puesto de trabajo te cunda al máximo, de forma que no tengas que dedicarle más horas de las establecidas. Si te aseguras de cumplir con tus objetivos en el horario establecido, no deberías necesitar alargar tus jornadas de trabajo indefinidamente.
  • Desconectar mentalmente del trabajo: esto es más importante aún si estamos trabajando desde casa, ya que compartir espacio para trabajar y vivir no ayuda a diferenciar donde acaba el primero y donde comienza el segundo. Apagar el ordenador, desconectar el móvil, salir a hacer ejercicio…establece los límites y asegúrate de cumplirlos.
  • Aprende a decir que no: tal vez la costumbre nos haga asumir de forma general continuas cargas de trabajo adicional que no dejan de pegarle bocados a nuestro tiempo de disfrute personal. Saber decir que no es tan importante como saber decir que sí.
  • Busca actividades que te ayuden a desconectar: establecer una rutina de actividades después del trabajo resulta de gran ayuda para diferenciar el tiempo de ocio del tiempo de trabajo. Piensa en qué tipo de actividades disfrutas con tu familia y establece un horario para no dejarlas siempre en último lugar.

Si te cuesta encontrar el equilibrio entre el trabajo y la familia, pon en práctica estos consejos y seguro que pronto comienzas a ver sus beneficios.