El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades indicaba recientemente, en el contexto del Día del Uso Prudente de los Antibióticos, que el consumo de este tipo de medicamentos ha bajado considerablemente, pero que también queda mucho camino por recorrer. En efecto, España es uno de los países de la UE que menos antibióticos consume. Es el sexto país que más ha bajado, y está en el puesto 22 de 27 en porcentaje de uso. Pero mucha gente sigue dándole a los antibióticos de amplio espectro una utilidad que no tienen. Vamos a ver por qué es imprescindible usar este medicamento con precaución.

¿Qué son los antibióticos?

El primer antibiótico lo descubrió Alexander Fleming hace casi un siglo, en 1928. Fue la penicilina, y aunque hoy su uso está más restringido, sigue siendo utilizado.

Los antibióticos son medicamentos destinados a combatir infecciones, y actúan contra las bacterias. Lo hacen de dos formas: o bien destruyéndolas o bien impidiendo su crecimiento. Los hay de espectro reducido y también están los antibióticos de amplio espectro.

¿Qué son los antibióticos de amplio espectro?

Los antibióticos de amplio espectro son los que se utilizan contra una amplia gama de bacterias de tipo patógeno (las que producen enfermedades). Entre ellos, uno de los más conocidos es la amoxicilina.

¿Por qué se consumen más antibióticos de los necesarios?

Durante décadas ha habido un consumo irresponsable de este tipo de medicamentos; es más, hubo un tiempo en el que se vendían sin prescripción médica, por lo que muchas personas lo tomaban erróneamente sin pasar por consulta. Lo consumían, por ejemplo, ante la aparición de un proceso vírico. Pero ni los antibióticos de amplio espectro ni ningún otro sirven para acabar con un virus, solo con las bacterias. Es importante saber que solo un médico puede confirmar que la enfermedad de un paciente procede o no de una bacteria.

Las bacterias resistentes, uno de los grandes peligros a los que nos enfrentamos

Junto con pandemias como la del COVID, que llegó a modificar desde nuestros hábitos de vida hasta las reuniones familiares, la resistencia de las bacterias a los antibióticos es otro de los grandes peligros para la salud a nivel mundial. En gran parte, esa resistencia proviene del uso inadecuado de los antibióticos, que hace que dichas bacterias muten y no les afecten los medicamentos destinados a terminar con ellas.

Ya existen algunas bacterias resistentes a antibióticos que causan enfermedades difíciles de erradicar. En caso de que proliferen este tipo de bacterias, nos enfrentaremos a un problema de salud altamente complicado de controlar, que pondría en peligro desde operaciones quirúrgicas hasta la erradicación de ciertas enfermedades.

¿Cómo actuar ante el consumo de antibióticos?

  • Consume antibióticos solo si el médico los prescribe.
  • Haz el tratamiento que se indica y el número de días que se indica: ni lo alargues ni lo acortes.
  • No consumas antibióticos por tu cuenta ni los compres sin receta.
  • Si te recetaron antibióticos de amplio espectro para combatir una infección concreta, no los guardes para otras ocasiones.
  • Tíralos al punto limpio de tu farmacia.
  • No se los des a otras personas de tu familia, aunque creas que se han contagiado de la misma enfermedad que alguien que los ha tomado previamente.